En un esfuerzo por fortalecer la industria petrolera venezolana, un grupo de ocho empresas petroleras internacionales ha creado un fondo privado de estabilización petrolera. Este fondo, que alcanzará hasta 3.000 millones de dólares en una primera etapa de cuatro años, tiene como objetivo apoyar las inversiones operativas de Petróleos de Venezuela (PDVSA) y mejorar significativamente su producción.
El grupo, compuesto por dos empresas norteamericanas, dos españolas, dos de Emiratos Árabes y dos nigerianas, principalmente representantes de refinerías y compradores internacionales de petróleo, ha acordado con la directiva de PDVSA implementar este plan. El objetivo es recuperar pozos, instalar bombas, proveer tuberías y servicios que permitan restaurar rápidamente la conectividad en la Faja del Orinoco y aumentar la producción petrolera, señaló Alejandro Terán, director de la Asociación de petroleros de Texas.
Según Terán, representante del grupo de inversionistas, este fondo estará disponible una vez que se complete la aprobación en la Vicepresidencia de la República.
«Este fondo permitirá pagar a contratistas y liberar el flujo de caja para que PDVSA pueda atender los temas sociales del país, mientras el fondo privado cubre las necesidades operativas de la industria».
Explicó Terán.
Además, los compradores están dispuestos a suscribir contratos a futuro para la compra del incremento de producción acordado, lo que ayudará a sortear las medidas de bloqueo que enfrenta el país, señaló Últimas Noticias.
Este mecanismo de financiamiento sin intereses es común en el mercado internacional y busca rescatar la productividad del petróleo venezolano, contribuyendo al equilibrio energético global. La presentación oficial del fondo se espera para la próxima semana ante la Vicepresidencia de la República, con el fin de iniciar la ejecución de los gastos necesarios y desembolsos iniciales.
«Creemos firmemente en Venezuela y en su industria petrolera. Esta estrategia puede marcar un punto de inflexión importante en el camino hacia el equilibrio energético de América Latina y del mundo», concluyó Terán Martínez.