La violencia en la región del Catatumbo en el Norte de Santander, Colombia, completó un mes con un saldo de unos 55 mil desplazados, casi 30 mil confinados y decenas de muertos, según refieren cifras oficiales.
Luis Fernando Niño, comisionado de paz de la región, destacó los esfuerzos de las autoridades para recuperar el control de las áreas afectadas. Sin embargo, señaló que estos esfuerzos aún son insuficientes ante la gravedad de la situación.

Desde el 16 de enero, cuando el Ejército de Liberación Nacional (ELN) comenzó a enfrentarse con el Frente 33, un grupo disidente de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP), miles de familias se han visto obligadas a huir hacia las principales ciudades cercanas, incluso cruzando a Venezuela.
En respuesta a esta crisis, el gobierno venezolano lanzó el plan humanitario “Relámpago del Catatumbo”, con el cual brindó apoyo a más de 2.000 desplazados en sus primeros días. La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) ha proporcionado alimentos, atención médica y educación a los niños y adultos en situación de vulnerabilidad.