El 19 de marzo de 2025, el gobierno de Türkiye llevó a cabo la detención del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, como parte de una investigación judicial sobre acusaciones de corrupción y presuntos vínculos con organizaciones terroristas.
Tras la detención, se desataron una serie de protestas en varias ciudades del país, principalmente en Estambul, Ankara, y Esmirna, que recuerdan a las ocurridas en 2016 cuando la oposición intentó llevar a cabo un golpe de Estado.
El gobierno denuncia que estas manifestaciones han sido organizadas de manera política por los opositores y en complicidad con organizaciones terroristas, con el objetivo de sembrar división y socavar la estabilidad del país.
En medio de las protestas, se han generado diversos enfrentamientos entre la policía antidisturbios, que empleó gases lacrimógenos y balas de goma, y los manifestantes que usaron bombas molotov, piedras, fuegos artificiales e incluso ácido.
El ministro del Interior de Türkiye, Ali Yerlikaya, informó que 1.100 personas fueron detenidas durante los enfrentamientos, que involucraron a individuos que intentaron desestabilizar la situación con los mencionados actos de violencia.
Yerlikaya alertó que están llevando a los jóvenes al frente de las movilizaciones. «Desde aquí les advertimos claramente: que nadie intente utilizar a nuestra juventud y a nuestro pueblo como escudo para sus propias ambiciones políticas», dijo.
El presidente Erdogan alertó que no permitirá que intereses políticos externos o internos pongan en riesgo la paz y la unidad nacional. Mencionó además que la libertad de expresión y el derecho a la protesta, no deben estar al margen de la ley.