La reacción de Rusia ante el acalorado encuentro que Donald Trump tuvo con el presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski fue contundente.
Dmitri Medvédev, presidente adjunto del Consejo de Seguridad de Rusia, calificó a Zelenski desde su cuenta en Telegram como «payaso de la cocaína», en una expresión que, según él, hacía justicia a la actitud de un régimen que, en su opinión, está «jugando con la Tercera Guerra Mundial».
Medvédev, a pesar de reconocer la reprimenda de Trump como «útil», subrayó que aún falta mucho para que la presión contra el régimen ucraniano sea efectiva. Para Medvédev, lo esencial es que Estados Unidos detenga toda ayuda militar a Ucrania, a la que calificó de «máquina nazi«.
El tenso intercambio entre los líderes políticos captó rápidamente la atención mundial. En medio de la discusión, Trump dejó claro a Zelenski que Ucrania no tiene derecho a dictar las decisiones de Washington, aún en su «situación difícil».

Tras el encuentro, los medios estadounidenses informaron que Zelenski abandonó la Casa Blanca antes de lo previsto, lo que alimentó aún más los rumores sobre la creciente tensión entre ambos líderes.