Con el reciente fallecimiento del papa, la mirada de la Iglesia se posa en el futuro, con la inevitable pregunta sobre quién sucederá a Francisco. La especulación se intensifica, dibujando un complejo panorama de cardenales papables cuyas trayectorias y visiones podrían moldear el próximo capítulo del papado.
La elección de un nuevo Papa es uno de los procesos más fascinantes y enigmáticos del mundo moderno. Tras el fallecimiento del Papa Francisco, la atención se centrará en el Cónclave, donde los cardenales elegirán al próximo líder de los 1.300 millones de católicos del mundo.
Entre los nombres que resuenan con fuerza, cinco cardenales emergen como los principales papables. Analizamos sus perfiles, sus ventajas y desafíos, y cómo su elección podría impactar el futuro del catolicismo.
Pietro Parolin: El reformista moderado
Considerado el número dos del papa Francisco, secretario de Estado del Vaticano desde 2013, Parolin es un diplomático hábil y moderado en lo teológico. Tiene gran experiencia en negociaciones internacionales y es visto como una figura de continuidad estable dentro de la curia. Favorito de esta elección según los medios y conocedores.
Es considerado un profundo conocedor de la Curia Romana, Parolin ha sido un colaborador cercano del Papa Francisco pero puede no ser el líder que necesite hoy la iglesia por su proceder administrativo.
Una eventual designación de Parolin traería como beneficios para la Iglesia, la continuidad en las reformas iniciadas por Francisco, la habilidad para mediar entre facciones conservadoras y progresistas y la experiencia en relaciones internacionales, crucial en un mundo globalizado.
Como puntos débiles: podría ser percibido como demasiado cercano al establishment vaticano, además, su estilo moderado podría no satisfacer a los sectores más radicales de la Iglesia. Su elección aseguraría estabilidad, pero podría frenar cambios más audaces que algunos católicos esperan.
Luis Antonio Tagle: El teólogo brillante
El cardenal filipino Luis Antonio Tagle, actual Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, es uno de los teólogos más respetados de la Iglesia. Su carisma y habilidad comunicativa lo han convertido en una figura global.
De ser electo Papa los beneficios para la Iglesia serían visibles en los campos de atraer a los jóvenes y a las comunidades asiáticas, considerando el rápido crecimiento del catolicismo en esta región.
Promueve un catolicismo más dialogante y menos dogmático. Es considerado progresista y también como el «Francisco asiático».
Sus opositores señalan que tiene relativa falta de experiencia en la gestión de la Curia Romana, podría enfrentar resistencia de los sectores más conservadores lo que tras su posible elección se marcaría un giro hacia una Iglesia más global y menos eurocéntrica, pero requeriría equilibrar las expectativas de las bases tradicionales.
Fue acusado por el presidente Duterte de Filipinas por sus críticas junto con otros obispos a su «guerra contra las drogas» y las graves violaciones de los derechos humanos que según Tagle hubo en esa guerra.
Gerhard Ludwig Müller: El conservador firme
El cardenal alemán Gerhard Ludwig Müller, ex Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, es un defensor de la ortodoxia católica. Conocido por sus posturas conservadoras, representa a los sectores más tradicionales de la Iglesia. Quienes le apoyan señalan que bajo su pontificado se restaura la confianza de los católicos tradicionalistas por cuanto hace énfasis en la doctrina y la liturgia tradicional.
Dada la claridad doctrinal y firmeza en temas controvertidos de hoy posicionando a la iglesia en sus bases doctrinales posee el respaldo de los sectores más conservadores y de la jerarquía eclesiástica.
Su posible elección podría ralentizar las reformas iniciadas por Francisco. Además, consolidaría una Iglesia más tradicional, pero podría generar tensiones con las comunidades que buscan mayor apertura.
Fue blanco de acusaciones sobre “irregularidades financieras” y aseguró que era una “estrategia de difamación.
Cardenal Zuppi: el diplomático liberal

El liberal Matteo María Zuppi nació en Roma el 11 de octubre de 1955, arzobispo católico, teólogo, humanista y diplomático italiano. Fue ordenado sacerdote en 1981. El cardenal Zuppi es el arzobispo de Bolonia y ha sido nombrado presidente de la Conferencia Episcopal Italiana por el Papa Francisco en mayo de 2022.
Péter Erdő: Giro a la ortodoxia

Primado de Hungría (principal obispo): el primado húngaro, de 70 años, destaca por su profunda cultura y capacidad de diálogo. Teólogo conservador y experto en derecho canónico, Erdő representa un regreso a posturas más tradicionales, similares a las de Juan Pablo II o Benedicto XVI. Su candidatura gana fuerza entre quienes quieren un giro hacia la ortodoxia.
Robert Sarah: ¿El primer papa africano?

Es un conservador. Muy crítico con el papa Francisco. Originario de Guinea y nacido en 1945, Sarah ha dedicado décadas a servir a la Iglesia desde diversos puestos de gran peso en la administración vaticana.
Su perfil se caracteriza por un marcado apego a la ortodoxia y una visión teológica profundamente anclada en la tradición. Esta postura ha hecho que se convierta en una referencia para aquellos que desean un retorno a formas más conservadoras en la práctica y doctrina católica
Pierbattista Pizzaballa: Conocedor de la tragedia de Palestina

De perfil moderado, el actual Patriarca de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, añade una perspectiva crucial desde el corazón del conflicto en Tierra Santa.
Su conocimiento de la región y su capacidad para dialogar con diferentes religiones lo convierten en una voz relevante en un mundo marcado por la división.
Peter Turkson:

Cardenal de Ghana, quien lideró el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, se destaca como un defensor de la justicia social y el desarrollo sostenible. Su voz resuena en temas de ecología, pobreza y derechos humanos, presentando una opción para quienes buscan un pontificado enfocado en la doctrina social de la Iglesia.
Su posible elección representaría un hito histórico, al ser el primer Papa africano en más de mil años. Sin embargo, su edad avanzada podría ser un factor limitante en un cónclave que podría inclinarse por candidatos más jóvenes.
Raymond Leo Burke: el favorito de Donald Trump

Cardenal de Estados Unidos, se erige como un crítico de las reformas de Francisco. Su postura tradicionalista y su énfasis en la doctrina podrían atraer a quienes buscan un retorno a una Iglesia más rígida.
Es considerado parte del ala reaccionaria de la Iglesia.
Un tema que ya no es tabú: ¿Por qué ahora se habla de la sucesión papal?
Hace una década, hablar de una sucesión papal incluso mientras el Sumo Pontífice aún vivía era considerado blasfemia y tabú, y a decir verdad irreverente dado el carácter absolutista de la iglesia católica.
Sin embargo, en los últimos años, el tema ha pasado a ser un asunto de discusión abierta en los medios, entre los fieles y dentro de la curia romana marcando un cambio que no ha pasado desapercibido y ha generado la pregunta de ¿Qué ha cambiado en la Iglesia Católica para que esto ocurra?.
La renuncia de Benedicto XVI el 11 de febrero de 2013 fue un precedente histórico, que asombró al mundo cuando el Papa Benedicto XVI anunció su renuncia, convirtiéndose en el primer Papa en hacerlo en casi 600 años. Este hecho sin precedentes cambió para siempre la percepción sobre el papado.
Benedicto justificó su decisión citando su avanzada edad y su deteriorada salud, pero su renuncia abrió la puerta a la idea de que el papado no tiene que ser un cargo vitalicio.
«Después de haber examinado repetidamente mi conciencia ante Dios, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo la fuerza para ejercer adecuadamente el ministerio petrino.» declaraba el papa en esa ocasión.
Muchos analistas y expertos vaticanistas han sugerido que otros factores podrían haber influido en su decisión como por ejemplo Los Escándalos en el Vaticano: “Vatileaks” y las consecuentes luchas de Poder por parte de la Curia.