Nepal establecerá nuevas restricciones para los permisos de escalada al Monte Everest, con el objetivo de reducir la congestión y mejorar la seguridad en la cima más alta del mundo. Los escaladores deberán demostrar experiencia previa en montañas de al menos 7.000 metros situadas en el país, según un proyecto de ley presentado en la Asamblea Nacional. Las autoridades también han anunciado un aumento significativo en las tarifas de escalada, que entrarán en vigor en septiembre.
El Gobierno nepalí, que depende en gran medida del turismo de montaña, busca frenar las largas filas y el hacinamiento en la “zona de la muerte”, ubicada cerca de la cima a 8.848 metros, donde el oxígeno es insuficiente para la supervivencia humana sin soporte adicional.
Según indicó Reuters, en 2023, el Everest registró 12 muertes y 5 escaladores desaparecidos, en parte debido a la masificación y la participación de personas con poca experiencia. “El alto número de muertes está asociado al hacinamiento”, señaló el medio.
Dentro del borrador de la nueva normativa, los solicitantes de permisos deberán presentar pruebas de haber escalado previamente al menos una montaña de 7.000 metros en Nepal. Además, la normativa estipula que tanto el jefe de personal local (sardar) como los guías de montaña deben ser ciudadanos nepaleses. Según Reuters, el proyecto tiene altas posibilidades de ser aprobado, ya que la alianza gobernante controla la mayoría en la cámara alta del Parlamento.

Esta propuesta no ha estado exenta de críticas por parte de operadores turísticos internacionales. Lukas Furtenbach , líder de Furtenbach Adventures, señaló a Reuters que permitir solo montañas de Nepal “no tendría ningún sentido”, y sugirió incluir cumbres globales cercanas a los 7.000 metros como el Aconcagua en Chile, el Denali en Alaska o el Ama Dablam en el Himalaya.
Furtenbach también enfatizó la necesidad de ampliar la participación de guías internacionales calificados: “Es importante que los guías de montaña cuenten con una cualificación como la de la IFMGA (Federación Internacional de Asociaciones de Guías de Montaña), independientemente de su nacionalidad”.
Otro aspecto contemplado en estas reformas es el incremento en el costo de los permisos para extranjeros. EFE informó que, a partir del 1 de septiembre de 2025, el permiso para escalar el Everest en primavera pasará de 11.000 dólares a 15.000 dólares.

Durante el resto del año, las tarifas variarán en función de la temporada, alcanzando los 7.500 dólares en otoño y 3.750 dólares en invierno y monzón. Según Indu Ghimire, secretaría adjunta del Ministerio de Turismo citada por EFE, estas medidas buscan controlar la afluencia y mitigar el impacto en el ecosistema único y frágil de la montaña.
El problema ambiental también recibió atención en las normativas recientes. Los escaladores deberán portar bolsas biodegradables para gestionar sus desechos humanos, una medida que ya se implementó en campamentos base situados a 5.364 metros de altitud, que albergarán hasta 2.000 personas en temporada alta.
“Durante la primavera de 2024, las autoridades recolectaron casi 100 toneladas de basura acumulada en el Everest”, informó EFE, destacando que solo algunas agencias ofrecen instalaciones adecuadas en campamentos de mayor altitud.
El Tribunal Supremo de Nepal ya había ordenado a las autoridades mejorar el manejo de multitudes y residuos, además de adoptar prácticas sostenibles para preservar el ecosistema del Himalaya.

En esta línea, el campamento base y las rutas de escalada han comenzado a aplicar como depósitos reembolsables de 600 dólares para los escaladores que deban atravesar medidas la cascada de hielo del Khumbu, uno de los tramos más peligrosos de la ascensión.
La implementación de estas regulaciones refleja la presión creciente sobre los recursos del Everest, ya que el número de ascensos no deja de aumentar. Según el Departamento de Turismo de Nepal, más de 8.900 personas han alcanzado la cima desde el lado nepalí desde 1953. En 2023 se emitieron 478 licencias y, en 2024, las autoridades esperan superar esa cifra, a pesar de las dificultades logísticas y climáticas que el ascenso implica.
Aunque Nepal alberga más de 400 picos montañosos abiertos a expediciones, de los que 74 superan los 7.000 metros, muchos de ellos no son populares entre los escaladores, señaló Reuters. Tashi Lhakpa Sherpa, representante de 14 Picos Expedition y escalador del Everest en ocho ocasiones, afirmó que “sólo unas pocas montañas de 7.000 metros atraen a los escaladores”. Esto podría generar desafíos para los aspirantes extranjeros a quienes se les exigiría cumplir con el nuevo criterio de experiencia.
Con estas reformas, el Gobierno de Nepal intenta equilibrar los beneficios económicos del turismo de montaña con la conservación del medio ambiente y la seguridad de los involucrados. No obstante, los operadores internacionales continúan pidiendo medidas más inclusivas y flexibles que fomenten la preparación sin limitar la participación global.