Marco Rubio llega al Caribe, en medio de las denuncias del presidente Nicolás Maduro, que señalan a Guyana como una subsidiaria de la empresa colonial ExxonMobil.
El secretario de Estado de EEUU aterriza en Jamaica, Surinam y Guyana y lejos de propiciar acuerdos, siembra discordias.
La agenda de Marco Rubio no es nueva. Es una continuidad del trabajo de Rex Tillerson y apunta a controlar los recursos del Esequibo a como de lugar.
Tillerson salió de sus altos cargos en ExxonMobil y se unió a las filas de Trump en su primer mandato.
Tillerson, Mike Pompeo y ahora, Marco Rubio refuerzan el tono guerrerista de Guyana y de su presidente, Irfaan Ali en torno a la controversia por la Guayana Esequiba.
Ali tiende la alfombra roja para que EEUU y ExxonMobil continúen el expolio de las riquezas del Esequibo, contraviniendo el derecho internacional público.
Ante la llegada de Rubio al Caribe, Venezuela alerta sobre posibles provocaciones y se ciñe al Acuerdo de Ginebra de 1966 para dirimir la controversia sobre la Guayana Esequiba.