Israel comunicó que la liberación de cientos de prisioneros palestinos está retrasada “hasta que se haya asegurado la liberación de los próximos rehenes, y sin las ceremonias humillantes” en las entregas de israelíes en Gaza.
El gobierno de Benjamin Netanyahu se molestó porque en la entrega de rehenes del sábado se vió a Omer Wenkert, Omer Shem Tov y Eliya Cohen posando junto a combatientes de Hamás. Y uno de ellos, Shem Tov besó a dos militantes en la cabeza y lanzó besos a la multitud lo que muestra el trato ético de Hamás hacia los detenidos israelíes.
Según Al Mayadeen, la acción del beso tuvo gran impacto en medio de la ceremonia de liberación, pero las imágenes han sido ignoradas por los medios de comunicación sionistas.
En contraposición, las autoridades penitenciarias de Israel exhibieron a los prisioneros palestinos, obligados a portar camisetas en las que podía leerse «Perseguiré a mis enemigos y los alcanzaré, y no regresaré hasta haberlos eliminado».
La burla a quienes esperaban emocionados a sus familiares
La declaración de la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu de retrasar la entrega de prisioneros palestinos se produjo el domingo, cuando vehículos militares que normalmente se mueven antes de los autobuses que transportan prisioneros salieron de las puertas abiertas de la prisión de Ofer, solo para dar la vuelta y regresar.
La liberación de 620 prisioneros palestinos fue retrasada y debía ocurrir justo después de la entrega que hizo Hamás de seis rehenes israelíes, un hecho cumplido el sábado como parte del acuerdo de alto el fuego.
El anuncio de Israel puso abruptamente en duda el futuro de la tregua. La declaración israelí citó entre los motivos, las “ceremonias que degradan la dignidad de nuestros rehenes y el uso cínico de los rehenes para fines de propaganda».
La comisión de asuntos de prisioneros de la Autoridad Palestina confirmó el retraso “hasta nuevo aviso”.
Un video de The Associated Press en Cisjordania mostró a las familias de los prisioneros, esperando al aire libre en un clima casi helado, aparentemente dispersándose.
«Aún no me creo que mi hijo vaya a ser liberado tras 33 años» detenido, declaró a AFP Umm Diya al Agha, una mujer de 80 años, que esperaba en un hospital de Jan Yunis, en el sur de la Franja.
El gobierno israelí no respondió a preguntas sobre el retraso en la liberación de prisioneros. Hamás acusó a Israel de violar el acuerdo de alto el fuego; su portavoz Abdel Latif Al-Qanou, señaló a Netanyahu de “retrasar deliberadamente”.
Hamás ha dicho que no liberará a los cautivos restantes sin un alto el fuego duradero y una retirada israelí completa de Gaza.
Por el contrario, Netanyahu, con el respaldo del gobierno del presidente estadounidense Donald Trump, insiste en usar la vía militar y destruir a Hamás.
Israelíes liberados, sus familias y otros cuidanos israelíes se manifestaron nuevamente el sábado por la noche en Tel Aviv para presionar al gobierno de Netanyahu por un acuerdo.
“¿Cómo es posible que el presidente Trump y el enviado especial (Steven) Witkoff estén más comprometidos con el regreso de los rehenes israelíes que tú?”, dijo Naama Weinberg, prima del rehén fallecido Itay Svirsky. “¡Netanyahu, estos son tus ciudadanos que fueron abandonados bajo tu vigilancia«.
Cientos de prisioneros palestinos
Los 620 prisioneros palestinos que iban a ser liberaros por Israel incluyen a 151 que cumplen cadena perpetua u otras penas por ataques contra israelíes. Casi 100 serían deportados, según la oficina de prensa de los prisioneros palestinos.
Una asociación de derechos de prisioneros palestinos dijo que incluyen a Nael Barghouti, quien pasó más de 45 años en prisión por un ataque que mató a un conductor de autobús israelí.
También se espera que sean liberados 445 hombres, 23 niños de entre 15 y 19 años, y una mujer, todos capturados por tropas israelíes en Gaza sin cargos durante el genocidio contra el pueblo palestino.
El genocidio israelí ha cobrado la vida de más de 48.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre víctimas civiles y combatientes en su conteo.
La ofensiva destruyó Gaza y redujo barrios enteros a escombros. Las bombas de Israel desplazaron al 90% de la población gazatí. Muchos han regresado a sus hogares y se encontraron con que no queda nada de ellos o no hay forma de reconstruirlos.
Con información de AP
