«Hamás está comprometido con el acuerdo de alto el fuego anunciado por los mediadores», comunicó la organización oficialmente a través de El-Risheq.
Y dijo hacerlo en respuesta a las acusaciones de la oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que había emitido dos declaraciones a Hamás de dar marcha atrás en varias cuestiones.
En la noche del 15 de enero, tras muchas idas y venidas, los mediadores entre Israel y Hamás, anunciaron que las partes aceptaban un acuerdo de alto el fuego en la Franja de Gaza que se haría efectivo el próximo 19 de enero.
El acuerdo contempla el intercambio entre rehenes israelíes por presos palestinos en tres fases, en las que también se ha acordado la retirada del Ejército israelí, primero parcial y después definitivamente.
“Desde que se anunció el acuerdo de alto el fuego, las fuerzas de ocupación israelíes han matado a 73 personas, incluidos 20 niños y 25 mujeres”, declaró el portavoz de la agencia de rescatistas, Mahmud Basal, añadiendo que otras 230 personas resultaron heridas en los “bombardeos que continúan”, un día después del anuncio de la tregua, según recogió el diario Alarabiya.
Una versión filtrada del acuerdo decía que los prisioneros serían liberados «según listas acordadas por ambas partes».
El miércoles, el primer ministro de Catar, así como el presidente estadounidense, Joe Biden, y el presidente electo Donald Trump, anunciaron que se había llegado a un acuerdo, pero el primer ministro israelí siguió insistiendo en que el acuerdo final no se ha firmado y que quedan algunos detalles pendientes.