La transnacional petrolera Exxon Mobil es heredera de la Standard Oil Company, fue parte de las «7 hermanas», un cartel que dominó el mercado petrolero mundial a través de acuerdos secretos; pero la empresa no solo tiene como objetivo el petróleo, sino que también ha sido acusada de financiar movimientos desestabilizadores en varios países.
El caso Venezuela

La Exxon Mobil formaba parte de las transnacionales petroleras que operaban en Venezuela en condiciones muy favorables y dejando al país un mínimo de ganancias. Tras la llegada al poder del Comandante Hugo Chávez esta historia cambió. El entonces presidente impulsó una nueva ley de hidrocarburos que le valió un golpe de Estado y un paro petrolero.
En 2007, el presidente Hugo Chávez inició una nueva etapa de nacionalización de la industria petrolera venezolana, enfocándose en los grandes yacimientos bajo concesiones con participación mayoritaria de empresas extranjeras. Este proceso incluyó la creación de empresas mixtas, donde el Estado venezolano obtendría la mayoría accionaria en los desarrollos petrolíferos, mientras las empresas extranjeras se mantendrían como socios minoritarios. La mayoría de las compañías aceptaron esta nueva modalidad, pero Exxon Mobil y ConocoPhillips se negaron y abandonaron el país.
Tras su salida, la empresa inició lo que la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, denunció como la venganza de la Exxon Mobil contra Venezuela, al aliarse con Guyana para explotar ilegalmente el petróleo en las aguas pendientes por delimitar y el territorio que forma parte de la controversia territorial entre Venezuela y Guyana pagando solo el 1% en regalías a Georgetown.
ExxonMobil una historia de injerencia e ilegalidad

La ExxonMobil se ha edificado sobre muerte y destrucción. La petrolera estadounidense ha promovido conflictos como la guerra civil de Angola para obtener beneficios económicos. Allí financió a ambos bandos, Gobierno y rebeldes, creando las condiciones para apropiarse del petróleo angoleño.
ExxonMobil contra el Medio Ambiente

La Exxon Mobil ha financiado por años a expertos y organizaciones, para manipular la opinión pública en torno al cambio climático. Gracias a esto, ha podido operar sin restricciones ni regulaciones ambientales, obteniendo millones de dólares en ganancias.
La petrolera fue la causante del mayor desastre ecológico de la historia reciente, más de 10 millones de ejemplares de la fauna de las costas de Alaska se vieron afectados por el derrame de 37.000 toneladas de crudo de la Exxon Mobil el 24 de marzo de 1989 cuando su petrolero, el Exxon Valdez, encalló en Bligh Reef. La petrolera fue condenada por un tribunal a pagar 5.000 millones de dólares, pero en 2008 EE.UU. redujo esa cifra a apenas 500 millones.