Mientras que los fieles le están dando el último adiós al Papa Francisco en la Basílica de San Pedro, ya comenzaron a verse los primeros conflictos en el cónclave que elegirá a su sucesor, como el caso del cardenal Angelo Becciu, quien había perdido el derecho a ingresar por orden del Sumo Pontífice fallecido.
En una audiencia del 24 de septiembre de 2020, el Santo Padre despojó al cardenal sardo del cargo de prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y de los «derechos ligados al cardenalato», por lo que conservó el título de cardenal pero cesó todo cargo en la Curia romana, al mismo tiempo que perdió el derecho a participar del cónclave.
No obstante, la decisión de Francisco ahora está siendo desafiada por el propio Becciu, quien, luego de haber sido invitado a las Congregaciones Generales pre-cónclave, expresó su intención de participar en la votación para elegir al nuevo líder de la Iglesia Católica.
«Refiriéndose al último consistorio, el Papa reconoció intactas mis prerrogativas cardenalicias, ya que no hubo voluntad explícita de excluirme del cónclave ni solicitud de mi renuncia explícita por escrito», argumentó el cardenal, quien defiende su inocencia, en la Unione Sarda.
En la mañana de este miércoles se llevó a cabo la primera sesión de la congregación general de los cardenales, la cual deberá tomar una decisión sobre la reivindicación de Becciu, dado que su presencia en el cónclave podría convertirse en un elemento desestabilizador.
Becciu, ex sustituto de Asuntos Generales, se vio implicado en la polémica compra por parte de la Santa Sede de un inmueble de lujo por 200 millones de euros en Londres junto a otras acusación vinculada a la gestión de los fondos de la Secretaría de Estado, por lo que recibió una condena en primera instancia a cinco años y seis meses de prisión.
En caso de que se le permita participar de la votación, el número de electores en el Cónclave pasaría de 135 a 136, por lo que las Congregaciones Generales serán decisivas para mantener el equilibrio, hacer emerger personalidades y formar posibles grupos entre los cardenales.
¿Quién es Angelo Becciu?
Giovanni Angelo Becciu, ordenado sacerdote en 1972 y con una larga carrera «diplomática» es el cardenal conocido por estar íntimamente vinculado al juicio por uno de los mayores escándalos de la Santa Sede, en relación a la compra del edificio de 200 millones de euros de Sloane Avenue, en Londres.
Becciu ingresó al servicio diplomático de la Santa Sede el 1° de mayo de 1984, desempeñándose en las representaciones papales en la República Centroafricana, Sudán, Nueva Zelanda, Liberia, Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos.
Además, con Juan Pablo II fue nuncio apostólico en Angola, en Santo Tomé y Príncipe y con Benedicto XVI fue nuncio en Cuba. Posteriormente, en 2011 ingresó a la Secretaría de Estado como Sustituto para Asuntos Generales y en 2018 el Papa lo nombró cardenal y luego prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
No obstante, el cardenal es recordado por estar implicado en el escándalo por las inversiones financieras de la Secretaría de Estado en Londres, un proceso que duró más de dos años, con 86 audiencias, al final del que fue condenado a cinco años y seis meses de prisión y a la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
El religioso también fue destituido de su cargo por el Papa Francisco en 2020, durante la fase de investigación. En aquel momento renunció al cargo de prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y a los «derechos vinculados al cardenalato», pero conservó el título de cardenal.
Dado que aún posee el título, aunque sin ningún cargo en la Curia, Becciu sostiene que tiene derecho a participar en el cónclave para elegir al sucesor de Francisco.
