Más de 50 personas han muerto estos días en dos brotes de una enfermedad desconocida por el momento en la República Democrática del Congo.
Las investigaciones preliminares rastrearon el origen del brote hasta tres muertes de niños menores de cinco años en Boloko entre el 10 y el 13 de enero pasados. Los informes indican que los niños habían consumido un cadáver de murciélago antes de la aparición de los signos y síntomas», señaló la OMS.
«Los niños afectados desarrollaron fiebre, dolor de cabeza, diarrea y fatiga, que luego progresaron a signos y síntomas hemorrágicos, incluida hemorragia subconjuntival, epistaxis y hematemesis, antes de sucumbir a la enfermedad.
El 21 de enero se notificó un brote anterior, que implicó ocho muertes entre 12 casos, la gran mayoría en la aldea de Boloko, en la zona de Bolomba. El año pasado, en la provincia de Kwango (suroeste), otra enfermedad «desconocida» provocó al menos 891 casos entre finales de noviembre y mediados de diciembre, entre ellos 48 mortales.
Esos casos, tras ser analizados en laboratorio, sugirieron una combinación de virus respiratorios estacionales y malaria complicados por la malnutrición, concluyó la OMS en diciembre.