La determinación se toma horas después de que un tribunal federal de apelaciones también impidiera al gobierno de Donald Trump continuar con la eliminación de la protección legal temporal, llamada TPS, de aproximadamente 350.000 migrantes venezolanos que estarían en peligro de deportación inminente.
En el asunto que ha llegado al Tribunal Supremo, la corte se ha manifestado en respuesta a una apelación urgente de un colectivo que defiende las libertades civiles, que demandó a la administración por las deportaciones planeadas de venezolanos detenidos en un centro de internamiento en el norte de Texas.
Este sábado, el Tribunal Supremo instruyó al gobierno que «no expulse de Estados Unidos a ningún integrante de la clase putativa de detenidos hasta nueva orden de este Tribunal».
La corte no aprueba ni rechaza la solicitud hecha por los abogados de los detenidos, sino que suspende su deportación hasta que se pronuncie un tribunal inferior, que en este caso es el tribunal de apelaciones del Quinto Circuito, responsable de varios estados del sur de EE.UU.
El presidente Donald Trump ha invocado la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 y ha acusado a la organización venezolana Tren de Aragua (TdA) de «realizar, intentar y amenazar con una invasión o incursión depredadora» en suelo estadounidense.
Esta legislación otorga al presidente la autoridad para ordenar la detención y expulsión de nativos o ciudadanos de países «hostiles» sin los procedimientos normales.
Previo a esto, solo se había empleado en tres ocasiones, todas durante un conflicto bélico.