Un terremoto de magnitud 7,7 se registró en Myanmar, cerca de la ciudad de Mandalay, con temblores que se sintieron en Tailandia y China. Una fuerte réplica de magnitud 6,4 sacudió también Myanmar, donde tres personas murieron tras derrumbarse una mezquita. Se espera que el número de víctimas aumente, ya que los militares que gobiernan Myanmar dicen que muchos civiles murieron y resultaron heridos.
El devastador terremoto de magnitud 7,7 que golpeó este viernes Myanmar dejó al menos 144 muertos y en la vecina Tailandia tres personas fallecieron por el derrumbe de un rascacielos en construcción que dejó atrapados a decenas de obreros.
El epicentro se situó a 16 kilómetros al norte de la ciudad birmana de Sagain y muy cerca de la segunda localidad del país, Mandalay, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Cuatro réplicas menores, de magnitud entre 4,5 y 6,6, se han sentido desde entonces.
El hermetismo de Myanmar, gobernado por una junta militar desde 2021, hace que la información procedente del país salga con cuentagotas, por lo que es difícil conocer con exactitud la magnitud de la catástrofe en el país o el número de víctimas.
Un rascacielos de 23 pisos que se encontraba en construcción se derrumbó, atrapando a decenas de trabajadores en su interior.
La junta militar birmana ha declarado el estado de emergencia en Naipidyió, la capital, y en otras cinco regiones del país.
El terremoto se ha sentido a cientos de kilómetros del epicentro.

El temblor sembró el pánico en la populosa ciudad, donde multitud de videos grabados por los residentes muestran cómo se balanceaban los rascacielos de su centro financiero como si fueran juncos, algunos convertidos en cascadas al desbordarse las piscinas de sus plantas superiores.

Según el ministro tailandés de Salud Pública, Somsak Thepsuthin, había hasta 409 personas trabajando en el lugar cuando se derrumbó.
Por el momento se desconocen las cifras oficiales de posibles víctimas en Myanmar, donde las imágenes muestran edificios derrumbados y personas heridas siendo tratadas en hospitales.
Un puente en los alrededores de la ciudad también se ha venido abajo con el temblor.

En Naipyidó, la capital de Myanmar, han aparecido enormes grietas en las carreteras, y numerosos edificios han quedado destruidos.
Imágenes de agencias de prensa tomadas en el lugar muestran a personas atrapadas bajo los escombros de edificios, aparentemente muertas, aunque la junta militar no ha ofrecido aún cifras de víctimas.

Además de en la capital, Myanmar ha declarado el estado de emergencia en las regiones de Sagaing, Mandalay, Magway, Bago y el estado de Shan Oriental, según informan los medios locales.
Más de tres millones de personas están internamente desplazadas, mientras que la ONU calcula que más de un tercio de la población necesita ayuda humanitaria. También se produce cuando Estados Unidos ha congelado la mayor parte de la ayuda exterior, lo que afecta tanto a los derechos humanos como a la ayuda humanitaria en Myanmar.
