Desde hace varios años, el gobierno venezolano enfrenta una serie de acciones terroristas perpetradas por mercenarios extranjeros y bandas criminales. Estas no solo tienen un componente de violencia criminal, sino que son utilizadas como instrumentos para perturbar la estabilidad política del país.
Durante la clausura de la Plenaria Extraordinaria del V Congreso del PSUV y la IV de la Juventud del PSUV, el presidente Nicolás Maduro destacó que, en los últimos 15 días, capturaron y desmantelaron dos grupos terroristas más.
En sus declaraciones, Maduro subrayó que «los enemigos de la patria siguen conspirando», y aseguró que Venezuela cuenta con «una poderosa fuerza de inteligencia, contrainteligencia, seguridad policial y militar», para proteger todo el territorio nacional.
En este contexto, el presidente también denunció a figuras de la extrema derecha opositora como Juan Guaidó, María Corina Machado, Leopoldo López, Antonio Ledezma y Julio Borges, acusándolos de recibir fondos de la USAID y de haber manejado recursos obtenidos de CITGO y cuentas bancarias secuestradas de Venezuela.
Esta denuncia ocurre luego que en su Mensaje Anual a la nación, Maduro anunciara que más de 150 mercenarios, provenientes de países como Estados Unidos, Colombia y Ucrania, habían sido capturados. Algunos de ellos, afirmó el presidente, ya confesaron sus planes terroristas, que pretendían ejecutar a lo largo de 2024, incluyendo las elecciones de 28 de julio.
Entre agosto y octubre de 2024, el Estado venezolano realizó varias incautaciones, incluyendo fusiles, granadas, cartuchos, miras telescópicas, pistolas y equipo táctico destinado a organizaciones criminales.
En noviembre pasado, el gobierno alertó que la ultraderecha estaría enviando migrantes venezolanos a campos de entrenamiento terroristas en Colombia con el fin de llevar a cabo nuevos ataques contra Venezuela.
Estas acciones, que son calificas como una «agresión mercenaria extranjera», también involucran a Estados Unidos. El 7 de enero, Maduro informó la captura de siete ciudadanos extranjeros, entre ellos un agente del FBI y un alto mando militar estadounidense.
Historial de agresiones
Aunque Estados Unidos ha negado cualquier vínculo o conocimiento sobre estas acciones, no es la primera vez que la administración estadounidense intenta desestabilizar al país.
En 2018, un atentado con drones cargados de explosivos fue perpetrado contra el presidente Maduro durante un desfile militar. Las investigaciones demostraron que este acto terrorista fue financiado desde Estados Unidos y Colombia.
A pesar de las continuas agresiones, la respuesta de las autoridades venezolanas sigue siendo firme en su compromiso de garantizar la paz y la seguridad del país. Por ello, en su mensaje anual, el presidente Maduro felicitó a los cuerpos policiales y a los componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) por su trabajo de patrullaje, prevención y desmantelamiento de conspiraciones.