En un contexto de emergencia climática, las temperaturas extremas están convirtiendo el calor en una amenaza letal para millones de personas alrededor del mundo.
Los climas calurosos, especialmente aquellos con altos niveles de humedad, pueden superar la capacidad del cuerpo para enfriarse a través de la sudoración, llevando a enfermedades potencialmente mortales como el golpe de calor, el agotamiento por calor y los calambres musculares.
Los adultos mayores, los niños pequeños y las personas con condiciones médicas preexistentes o sobrepeso enfrentan un riesgo significativamente mayor de sufrir estas afecciones.
Entre las enfermedades más comunes se encuentran:
- Golpe de calor: Una emergencia médica que puede elevar la temperatura corporal por encima de los 41 °C, causando síntomas como piel seca, pulso rápido, mareos y confusión. Es crucial buscar ayuda médica inmediata al detectar estos signos.
- Agotamiento por calor: Ocurre tras varios días de exposición a altas temperaturas sin hidratación adecuada, caracterizado por sudoración profusa, respiración rápida y pulso débil. Si no se trata, puede preceder al golpe de calor.
- Calambres por calor: Dolores musculares que surgen durante el ejercicio intenso, comúnmente en el abdomen, brazos o piernas.
- Erupciones cutáneas por calor: Irritaciones de la piel causadas por el exceso de sudoración, más comunes en niños pequeños.
Expertos señalan que la mortalidad es uno de los grandes costos del cambio climático.
«Creemos que mucha menos gente morirá de frío y mucha más gente morirá de calor. Pensamos que la mayoría de esas muertes adicionales por calor se producirán en países de ingresos bajos y medios».
Andrew Wilson.
Miembro del Centro de Seguridad Alimentaria y Medio Ambiente de la Universidad de Stanford.
Para mitigar estos riesgos de enfermedades causadas por el calor, se debe beber líquidos para evitar la deshidratación, reemplazar la sal y minerales perdidos y limitar el tiempo de exposición al calor.