Las órdenes ejecutivas van y vienen de la mano del miedo que estremece a millones de personas en suelo estadounidense.
Así se dieron los hechos que conmueven al mundo y muestran la crueldad de un sistema que no reconoce el aporte social y económico de 12 millones de migrantes convertidos en mano de obra barata por EEUU.
20Enero: Asume Donald Trump y firma el decreto para deportar migrantes de EEUU.
21Enero: México rechaza la acción de Trump y su presidenta Claudia Sheinbaum responde: “Siempre con la cabeza fría”.
23Enero: «La operación de deportación masiva más grande de la historia está en marcha», reafirmó el Gobierno estadounidense.
El Departamento de Defensa muestra a inmigrantes indocumentados encadenados preparándose para abordar un C-17 Globemaster III asignado al 60th Air Mobility Wing para un vuelo de deportación en Fort Bliss, Texas.
24Enero: Brasil pide explicaciones al gobierno estadounidense sobre el tratamiento denigrante dispensado a los deportados, incluidos niños autistas, en el vuelo procedente de EEUU que aterrizó la noche del viernes en Manaos.
«En el avión no nos daban agua, íbamos amarrados de pies y manos, ni nos dejaban pasar al baño», dijeron los 88 deportados.
25Enero: Colombia rechaza vuelos con migrantes deportados de EEUU e insta a EEUU a enviar de vuelta a casa a estas personas «en aviones civiles, sin trato de delincuentes». Además, anuncia la imposición de 50 % de aranceles a productos de EEUU. «Su bloqueo no me asusta», le dijo Petro a Trump en la red social X.