Desde que en 2020 se descubrió un cargamento de cocaína con destino a Europa en contenedores de banano de la empresa Noboa Trading, comenzaron a surgir sospechas sobre la posible implicación del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, en el narcotráfico.
Aunque Noboa intentó desvincularse de la empresa, alegando que era propiedad de su familia y no de él, una investigación reciente (del medio brasilero Agencia Pública) demostró que el presidente ecuatoriano posee el 51% de las acciones de Noboa Trading a través de una empresa offshore en Panamá llamada Lanfranco Holdings.
Además, José Luis Rivera Baquerizo, un empleado de la compañía detenido en relación con el caso, fue liberado tras la intervención de Edgar José Lama, abogado del entonces asambleísta Daniel Noboa, lo que incrementó las sospechas sobre posibles vínculos.
Un informe reciente de la Comisión Europea reveló que el 57% de los contenedores de banano provenientes de Ecuador llegan a Europa cargados con cocaína. Mientras, la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) informó que entre 2020 y 2025, más de 12.900 kg de cocaína fueron exportados desde Ecuador utilizando la red de Noboa Trading.

Noboa Trading es una de las principales empresas que controla la industria bananera en Ecuador, desde la producción del banano y de las cajas, y toda la cadena de transporte hasta el puerto. La empresa controla también gran parte de las instalaciones portuarias privadas.
Este caso no solo sugiere que Noboa está involucrado en el tráfico de cocaína hacia Europa, sino también en la violación de varias leyes nacionales. La investigación reveló que Noboa posee empresas offshore en Panamá, un territorio considerado por el SRI (Servicio de Rentas Internas) como un paraíso fiscal. Según las leyes ecuatorianas, los candidatos tienen prohibido poseer bienes en estos territorios.
A través de Lanfranco Holdings, Noboa ha podido ocultar su patrimonio en Ecuador y evadir impuestos, lo cual también es ilegal. Además, estas estructuras offshore encubren posibles conflictos de interés entre su rol como presidente y empresario.
A pesar de sus intentos por desvincularse, los documentos e investigaciones demuestran que el presidente de Ecuador está vinculado al narcotráfico, una actividad ilícita que ha aumentado la inseguridad, uno de los problemas más graves que su gobierno no ha logrado solucionar.