Cuando un Papa fallece, el mundo entero vuelve su mirada al Vaticano. En medio del luto y la solemnidad de millones de católicos en todo el globo quienes suelen llenar la plaza de San Pedro en Roma mientras se activa un protocolo milenario que culmina con la elección del nuevo líder de la Iglesia Católica.
Este proceso, cargado de simbolismo, tradición y reglas estrictas, se conoce como el cónclave papal. A continuación, te explicamos paso a paso cómo se elige al nuevo Papa, desde la confirmación de la muerte hasta la esperada fumata blanca.
1. Confirmación oficial de la muerte del Papa.

El proceso inicia con la verificación formal del fallecimiento del pontífice. Tradicionalmente, el Camerlengo (Cardenal Camarlengo) tiene la responsabilidad de constatar la muerte. Este toca la frente del Pontífice con un pequeño martillo de plata y lo llama tres veces por su nombre bautismal, en este caso; “Jorge, Jorge, Jorge” Si no hay respuesta, se declara su muerte pronuncia la frase en latín: «Vere Papa mortuus est» (Verdaderamente, el Papa está muerto) junto con la defunción médica.
En la actualidad este procedimiento de «los tres golpecitos» es considerado más bien un ritual que una certificación de su muerte.
Posteriormente, se sella el apartamento papal además, “el anillo del pescador” símbolo del poder papal en el vaticano y que usa todo sumo pontífice es destruido y se da inicio al período de sede vacante (sede vacante apostolica), es decir, cuando no hay Papa en funciones.

2. Período de duelo y sede vacante
Durante el período de “sede vacante”, un período que puede durar hasta 20 días, se celebran una serie de misas fúnebres conocidas como las «novendiales», nueve días de oración por el alma del difunto pontífice.
El Camerlengo también asume funciones administrativas del Vaticano y convoca a los cardenales de menos de 80 años a Roma, quienes deben estar presentes para la elección del nuevo Vicario de Cristo.
3. Convocatoria del cónclave papal

El cónclave papal se celebra dentro de la Capilla Sixtina, donde se aíslan completamente los cardenales electores. Solo estos cardenales menores de 80 años convocados tienen derecho a voto. Actualmente, el número máximo de cardenales electores es de 120.
Como dato importante hay que destacar que durante el cónclave, los cardenales juran guardar secreto absoluto sobre lo que ocurre en el proceso, bajo pena de excomunión.
4. El Sistema de votación de un nuevo papa

El nuevo portador del anillo del pescador se elige mediante votación secreta. Para que un candidato sea electo, debe obtener al menos dos tercios de los votos de los cardenales presentes en el Cónclave.
Cada día se realizan hasta cuatro votaciones (dos por la mañana y dos por la tarde), quemanndo las papeletas después de cada ronda lo que darla coo resultado las famosas “fumatas”
- Fumata negra: Si no hay elección, el humo que sale de la chimenea es negro.
- Fumata blanca: Si se elige un Papa, el humo es blanco, señal inequívoca de que hay nuevo pontífice.

5. «¿Aceptas tu elección?»
Una vez que un candidato alcanza la mayoría necesaria, se le pregunta: “¿Aceptas tu elección canónica como Sumo Pontífice?”
Si acepta, se le pregunta:
“¿Con qué nombre quieres ser llamado?” El nuevo elegido tiene derecho a elegir el nombre con el que quiere ser llamado:
Estos son los nombres más repetidos por los Papas:
Nombre Papal | Veces Usado |
Juan | 23 veces |
Gregorio | 16 veces |
Benedicto | 16 veces |
Clemente | 14 veces |
Inocencio | 13 veces |
León | 13 veces |
Pío | 12 veces |
Esteban | 9 veces |
Bonifacio | 9 veces |
Urbano | 8 veces |
Alejandro | 6 veces |
Cabe destacar que el fallecido Juan Pablo II hoy, San Juan Pablo II combinó dos nombres muy populares, aunque solo él y Juan Pablo I los usaron así.
Hasta ahora, hay muchos nombres comunes y bíblicos que jamás han sido elegidos por un Papa.
- José (nombre del padre terrenal de Jesús)
- David
- Elías
- Abraham
- Isaac
- Moisés
- Noé
- Emanuel
- Daniel
- Samuel
- Jesús (no se ha usado por respeto y reverencia)
- Pedro II (ningún Papa ha tomado directamente el nombre del primer Papa, San Pedro)
Otro dato curioso del proceso es el hecho de considerarse en la iglesia un tabú tomar el nombre del primer Pontifice (Pedro) por lo que se cree que jamás será tomado por ningún nuevo sumo pontífice.
Una vez el papa elige su nombre, se viste con las tradicionales vestiduras papales blancas, preparadas de antemano en varias tallas, y se dirige a la Logia de las Bendiciones del Vaticano.
Estas ropas, el recién fallecido Francisco rechazó usarlas, marcando así uno de los cambios que guiaron todo su pontificado al igual que su hombre elegido Francisco, en honor a San Francisco de Asís, símbolo de humildad y reforma.
6. El anuncio al mundo: «Habemus Papam»

El Cardenal Protodiácono es el encargado de salir al balcón de la Basílica de San Pedro y pronunciar las emblemáticas palabras:
“Habemus Papam” (“Tenemos Papa”).
Después, el nuevo Pontífice aparece ante la multitud reunida en la Plaza de San Pedro y ofrece su primera bendición «Urbi et Orbi» (a la ciudad y al mundo).
A pesar de los avances tecnológicos, el proceso de elección papal se mantiene prácticamente inalterado desde hace siglos, conservando su misticismo, rituales y profundo simbolismo espiritual.
Cada elección representa no solo un cambio de liderazgo, sino también una oportunidad de renovación para la Iglesia Católica que guiará el destino de más de 1.378.000.000 millones de católicos en todo el mundo lo que equivale a poco mas del 17% de la población mundial.