El presidente de El Salvador pidió a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, un supuesto acuerdo humanitario: La repatriación de 252 venezolanos que mantiene secuestrados en una cárcel de máxima seguridad en su país, a cambio de la liberación y entrega de un número idéntico (252) de “presos políticos”.
Nayib Bukele lo revela en sus redes sociales a través de una comunicación dirigida al presidente Nicolás Maduro.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, propuso al presidente Nicolas Maduro el «intercambio» de 252 venezolanos deportados y detenidos en las mazmorras de su país, acusados sin pruebas de pertenecer al Tren de Aragua, a cambio de la liberación de igual número de políticos delincuentes que están detenidos en Venezuela.
De manera malintencionada, inexacta y maliciosa, Bukele elige llamar a esos delincuentes detenidos en Venezuela como presos políticos, cumpliendo lo dictado por Washington.
Bukele pide que sean liberados los políticos que participaron en la operación para desestabilizar al país luego de las presidenciales del 28 de julio.
También con detalles menciona a los cerca de 50 mercenarios de 23 países que fueron detenidos y que traían la misión de asesinar al presidente venezolano y otros altos funcionarios de su gobierno.
En su propuesta, Bukele incluye la liberación de figuras clave del golpismo venezolano tales como Rafael Tudares, yerno de Edmundo González; el periodista Roland Carreño; la abogada Rocío San Miguel y Corina Parisca de Machado, madre de María Corina Machado, quien no se encuentra detenida y vende mediáticamente la tesis que es acosada por las autoridades de gobierno.
Bukele también mencionó a los cuatro políticos asilados en la embajada de Argentina en Caracas, así como a “los casi 50 ciudadanos detenidos de otras nacionalidades”, incluyendo ciudadanos de Estados Unidos, Alemania, México, España, Colombia, Argentina, y otros países.
El presidente Maduro criticó a Bukele y dijo que El Salvador actúa como una “colonia” de Estados Unidos y utiliza su territorio como un “segundo Guantánamo” para practicar lo que calificó de desapariciones forzadas. A juzgar por el talante de los golpistas que Bukele pide a cambio, el acuerdo tiene el sello de EEUU que pretende dejar a los delincuentes que financió, en la impunidad.
Roland Carreño por ejemplo está acusado de los delitos “financiamiento al terrorismo, conspiración, asociación para delinquir y tráfico ilícito de armas de guerra”.
María Corina Machado es quien a sangre y fuego, apoyada y financiada por EEUU, intenta tumbar al gobierno del presidente Maduro junto a Edmundo González.
Tudares está acusado de los presuntos delitos de complicidad en el uso de actos violentos contra la república, usurpación de funciones, forjamiento de documentos, legitimación de capitales, desconocimiento a las instituciones del Estado, instigación a la desobediencia de las leyes, asociación para delinquir.
Rocío San Miguel permanece prófuga de la justicia venezolana al igual que diversos integrantes de la organización terrorista Voluntad Popular. Todos repiten el mismo patrón: un profundo cinismo, experiencia en intentar implosionar la democracia venezolana y los bolsillos llenos de dinero mal habido. Y es a esos personajes, a quienes apoya Bukele pidiendo su liberación.
Por eso, en redes sociales se pueden encontrar posteos como estos, que resaltan su subordinación a Trump y su posición de «mercader de migrantes»: