Durante un operativo de inteligencia en la región llanera, autoridades venezolanas lograron desmantelar una operación clandestina dedicada a la fabricación ilegal de lubricantes automotrices en el que usaban como base aceite para transformadores, presumiblemente sustraído del sector industrial y reutilizado sin las debidas normas de seguridad.
El lubricante era posteriormente comercializado de forma ilegal en el mercado negro, sin garantías de calidad ni control sanitario, representando un riesgo para el parque automotor nacional.
Tras la recolección de la evidencia, los funcionarios trasladaron el material incautado a la base principal para continuar con las diligencias correspondientes. El caso fue puesto a la orden del Ministerio Público, que iniciará las investigaciones para determinar responsabilidades penales.