Durante la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) 2025, celebrada en Washington D.C., con un costo por entrada de 295 dólares, las intervenciones de figuras clave como Donald Trump, Liz Truss, Javier Milei, y otros, giraron en torno a temas de soberanía, democracia, y la lucha contra lo que describen como una amenaza del progresismo.
Sin embargo, uno de los puntos más controversiales y resonantes de la conferencia fue la fuerte postura de Trump contra el bloque de países BRICS, con sus amenazas de aplicar aranceles del 100% a las naciones que se alejen del dominio del dólar.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no solo reiteró sus políticas «America First», sino que lanzó una amenaza de ataque económico a los países miembros del bloque BRICS, integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, a quienes prometió imponerles aranceles del 100% ante cualquier intento de los BRICS de crear una moneda que reemplace al dólar estadounidense como divisa de reserva mundial.
«La idea de que los países BRICS están tratando de alejarse del dólar, mientras nosotros nos quedamos de brazos cruzados y observamos, ha TERMINADO» Sentenció Trump.
El ataque de Trump a los BRICS no fue el único punto de tensión en la conferencia. Liz Truss, ex primera ministra del Reino Unido que duró en el cargo 44 días, aprovechó la plataforma para alinear su discurso con la lucha contra las «élites globalistas». Truss criticó fuertemente la influencia de organismos internacionales sobre las políticas nacionales, y abogó por un renacimiento del conservadurismo al estilo MAGA (Make America Great Again) en Gran Bretaña.
Truss afirmó que el Reino Unido está «fallando» y necesita un movimiento similar al (MAGA) de Donald Trump para revitalizarse. Criticó el poder judicial, atribuyéndole a reformas de Tony Blair, y abogó por una versión británica de CPAC para impulsar los cambios deseados y contrarrestar la influencia del «estado profundo» y los burócratas no electos.
En esta misma línea, figuras como Santiago Abascal, líder de Vox en España, criticó las cargas económicas que, según él, suponen el Pacto Verde, los impuestos abusivos y la regulación ‘woke‘ en Europa. Arremetió contra el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, por su postura frente a Ucrania y Rusia.
La batalla cultural y económica a nivel global
Además de los ataques contra los BRICS, CPAC 2025 fue testigo de una intensa defensa de la cultura y los valores conservadores. Líderes como el presidente argentino Javier Milei, quien es investigado en Argentina por el escándalo de la cripto moneda Libra, presentó un decálogo para ganar la «batalla cultural». Milei enfatizó la necesidad de defender la familia tradicional, la libertad individual y oponerse al avance del socialismo en América Latina.
JD Vance Vicepresidente de EE.UU.criticó el globalismo y enfatizó las políticas «America First». Alabó las acciones ejecutivas tempranas de Trump, enfocándose en asegurar la frontera sur, aumentar la producción de energía doméstica y priorizar los intereses estadounidenses.
Uno de los temas recurrentes en las intervenciones fue la necesidad de una mayor colaboración entre los movimientos conservadores a nivel global. Líderes de varios países, incluidos Hungría y Brasil, se unieron para subrayar la importancia de enfrentar a las elites globalistas en conjunto.
Miklós Szánthó, de Hungría, defendió el modelo conservador de su país como un ejemplo de resistencia frente al «océano liberal» de Europa. Según Szánthó, la cooperación entre conservadores de todo el mundo es esencial para enfrentar los retos del futuro.
A lo largo de la conferencia, la postura de Trump y otros oradores en contra de las instituciones internacionales y los acuerdos que, según ellos, favorecen el progresismo a expensas de la soberanía nacional, se destacó como un tema central.
El ataque de Trump a los BRICS, con sus amenazas de aranceles, simboliza una confrontación directa contra lo que él y otros conservadores ven como un desafío al liderazgo estadounidense y la hegemonía del dólar. A medida que los movimientos conservadores se fortalecen en todo el mundo, el escenario está listo para una nueva batalla económica y cultural, con los BRICS en la mira.