Hamas había anticipado la devolución de cuatro cadáveres, en un gesto político de intercambio con el gobierno de Israel. Hamás dice que esos cadáveres cayeron bajo las balas de Israel.
El gobierno de Netanyahu permitiría a cambio la entrada de casas móviles y equipos de construcción en la Franja de Gaza que el propio Israel destruyó.
El próximo sábado será el turno de la entrega de seis rehenes vivos a cambio de cientos de palestinos cautivos en condiciones inhumanas en cárceles sionistas.

El dolor del genocidio sionista hoy se vio expuesto en el momento de la entrega de los cuerpos a la Cruz Roja. Los cuatro féretros, en público, cubrieron de dolor a millones de almas en el mundo que exigen a Israel el fin del genocidio palestino.
Junto a los féretros, se colocó un cartel que culpaba a Israel por la muerte de los secuestrados, mientras los miembros de Hamas exhibían supuestas municiones israelíes, que reforzaba su denuncia.
Esto generó numerosas polémicas y hasta logró la reacción de Benjamín Netanyahu, quién culpó a Hamás.