«Si Estados Unidos, siendo el país más poderoso del mundo, ha tenido que ir a Venezuela a pedir petróleo, imagínense nosotros», así lo refirió el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, al realizar un análisis sobre las dificultades que enfrenta su país en el contexto de la crisis energética global.
En un video difundido por redes sociales, Bukele admitió que, ante el aumento del precio del petróleo y la falta de alternativas, su Gobierno podría verse obligado a buscar suministros en países como Venezuela.
Al mismo tiempo, reconoció que, a diferencia de potencias como Estados Unidos o Europa, países como El Salvador tienen un margen de maniobra mucho más limitado frente a la escasez de petróleo y el aumento de los precios en el mercado internacional.
Igualmente, el Presidente salvadoreño destacó que las opciones disponibles son pocas.
«Le llamamos nosotros a Arabia Saudita para que suba la producción. Obviamente, nos toca comprar el petróleo al precio que esté en el mercado, así suba a cinco, a seis, a siete, a 10 dólares. No tenemos otra opción más que recibir el golpe y tratar de paliarlo para la población lo que podamos», afirmó.
En esta misma línea, Bukele señaló que incluso naciones considerablemente más grandes que El Salvador enfrentan el mismo problema, lo que refleja la magnitud de la crisis. Además, mencionó que ni Estados Unidos ni Europa lograron persuadir a los países de la OPEP de aumentar la producción, limitando aún más las alternativas disponibles.
Relaciones entre Venezuela y El Salvador
Cabe recordar, que Nayib Bukele mantiene una postura abiertamente crítica hacia el Gobierno de Nicolás Maduro desde el inicio de su mandato. En diversas oportunidades, el jefe de Estado salvadoreño respaldó acciones y discursos que promueven la desestabilización del Gobierno bolivariano, alineándose con sectores internacionales que buscan ejercer presión sobre Venezuela.
Asimismo, Bukele es uno de los principales mandatarios de América Latina en apoyar medidas y declaraciones contra el Gobierno de Maduro, lo que se interpreta como un ataque directo a la soberanía y estabilidad del país suramericano. Su Gobierno, incluso, rompió relaciones diplomáticas con Venezuela en 2019, reconociendo en su lugar a Juan Guaidó como Presidente interino, en una postura que respaldaba los intereses de Estados Unidos y otros actores internacionales contrarios al Estado venezolano.
Adicionalmente, el Presidente de El Salvador ha utilizado foros internacionales y las redes sociales como plataformas para criticar al Gobierno venezolano, lo que lo posiciona como un precursor de los ataques contra la paz en la región.