El ministro del Interior, Diosdado Cabello, anunció el desmantelamiento de dos nuevos planes de desestabilización organizados por la extrema derecha.
En rueda de prensa, Cabello destacó la captura de 18 personas involucradas en estos planes, a quienes se les atribuyen graves intentos de violencia contra las fuerzas armadas y el poder judicial venezolano.
Cabello detalló que estas operaciones fueron financiadas por actores internacionales y contaron con la participación de grupos de mercenarios y sectores de la oposición.
Operación Aurora: ataque a bases militares
La Operación Aurora, que se gestó en 2019, tenía como objetivo realizar ataques coordinados contra bases militares en el estado Bolívar. En ese momento un grupo de militares desertores intentó robar armas de las Fuerzas Armadas venezolanas.
El ministro Cabello mostró las declaraciones del primer sargento (detenido), Damián Alexander Rojas Díaz, alias “Way Way”, donde explica que su objetivo era “tomar en su totalidad el estado Bolívar”.
Cabello también acusó al expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, de haber tenido un papel activo en la logística de la operación, mencionando que algunos de los implicados fueron extraídos de la selva venezolana por helicópteros del ejército brasileño.
Operación Oro: la continuidad
Cabello explicó que la operación Oro contemplaba el mismo esquema de ataque que en Aurora, pero con un enfoque más amplio.
La operación, que se desarrolló en homenaje a Óscar Pérez y Ronald Ojeda, según los implicados, tenía como objetivo realizar un atentado en el Fuerte Conopoima en el estado Guárico, utilizando explosivos detonados por mercenarios.
Estos explosivos estaban programados con un temporizador, sin embargo el dispositivo falló y resultó frustrada la siguiente etapa del plan: infiltrarse en el Fuerte Tavacare, Barinas, y colocar explosivos C4 en un helicóptero con el objetivo de hacerlo estallar en pleno vuelo.
Diosdado Cabello, denunció además que la opositora María Corina Machado, monitoreaba activamente las acciones.
«La señora María Corina Machado habló de señales, decía: ‘Esperen la señal’, esa es la vinculación directa. Esa era la contraseña, la explosión”. Estas alocuciones fueron frecuentes al finalizar el año 2024 y en los días previos a la toma de posesión de Nicolás Maduro, como una forma de activar escenarios de desestabilización, protestas y violencia, denunció Cabello, estableciendo la trama con objetivos políticos.
Secuestro de Maikel Moreno
Otra etapa de la Operación Oro, explica el ministro de Interior, Justicia y Paz, era el secuestro del magistrado del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Maikel Moreno.
De acuerdo con las investigaciones, el objetivo era capturar a Moreno durante los atentados que se llevarían a cabo en las bases militares de Conopoima y Tavacare.
“Maikel Moreno iba a ir manejando, iban a montar una acabala, funcionarios disfrazados del DGCIM, lo iban a secuestrar, se lo llevaban a un sector de la playa, lo montaban en una lancha , luego agarraban vía Falcón en agua internacionales, iba a llegar un helicóptero lo montaban y se lo llevaban”, relató Diosdado.
Las acciones estaban previstas para el 6 de enero de 2025, en un intento por manchar la juramentación del presidente Nicolás Maduro. Diosdado Cabello dice que era un «ataque moral».
En este contexto, el Ministro solicitó al gobierno de Estados Unidos la extradición de los implicados en estos planes, entre los que mencionó al prófugo de la justicia, Juan Guaidó, así como a otros responsables de estos actos de terrorismo.