Aunque la USAID denomina su meta principal como ‘ayuda’, en realidad se ha convertido en una herramienta de la influencia geopolítica de Washington, y muchos países de la región latinoamericana están convencidos de ello desde hace tiempo por su propia experiencia.
El mandatario venezolano, Nicolás Maduró, aseguró que los líderes de la llamada oposición fueron financiados por la USAID con más de $5.000 millones en efectivo y que estos fondos fueron robados antes de que llegaran a Venezuela.
Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de Cuba denunciaron que la USAID siempre ha servido de tapadera para los intentos de socavar el orden constitucional del país. Solo entre 1998 y 2006 se emplearon unos $67 millones para cometer actos contra el pueblo cubano, detallaron.
A su vez, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, cuestionó el financiamiento de la USAID a proyectos y grupos opositores en el país, expresando su desconcierto por el hecho de que USAID interfiera en la política interna del país y sugiriendo que «sería mejor que cerraran» ese organismo.
Por su parte, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, manifestó que la mayor parte de dicha financiación se destina a la oposición y citó a la USAID como ejemplo cuando acusó a los periodistas supuestamente ‘independientes’ de formar parte de una red mundial de «lavado de dinero«.
