Estados Unidos y el Reino Unido se negaron a firmar la declaración de la cumbre de París sobre Inteligencia Artificial (IA), un acuerdo que busca asegurar que el desarrollo y la aplicación de la IA se guíen por principios éticos y de transparencia.
La declaración, respaldada por 60 países y entidades supranacionales, incluyendo la Unión Europea, China, India, Japón, Canadá y Brasil, establece como prioridad «velar para que la IA sea abierta a todos, inclusiva, transparente y ética«. Además, subraya la importancia de aumentar la accesibilidad a la IA para reducir la brecha digital, evitar la concentración del mercado y promover la cooperación internacional en su gobernanza.

El rechazo de EE.UU. y Reino Unido se produce en un momento en que la comunidad internacional busca establecer normas para el desarrollo de la IA, equilibrando la innovación con la protección de los derechos humanos y la seguridad.
El vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, argumentó en la cumbre que «una regulación excesiva de la IA podría matar a un sector en plena eclosión», reflejando la postura de la administración Trump de priorizar el crecimiento económico sobre la regulación, señaló efe.com
Esta postura ha generado preocupación entre los defensores de un enfoque más cauteloso y colaborativo de la IA. La declaración firmada por los 60 países reconoce la necesidad de «mejorar lo que se sabe sobre los efectos de la IA en el mercado de trabajo» y de establecer «un diálogo inclusivo» en la gobernanza internacional de esta tecnología.
La cumbre de París ha puesto de manifiesto las diferentes visiones sobre el futuro de la IA. Mientras que algunos países, como Estados Unidos y el Reino Unido, parecen priorizar la innovación y el liderazgo en el mercado, otros abogan por un enfoque más equilibrado que tenga en cuenta los derechos humanos, la ética y la cooperación global.