Durante casi tres horas, el canciller paraguayo Rubén Ramírez y el ministro de Relaciones Exteriores de Surinam, Albert Randim, presentaron sus proyectos para liderar al foro regional.
Randim se presenta como el candidato de la izquierda, con un fuerte apoyo del Caribe y una mirada crítica hacia el presidente republicano de Estados Unidos, Donald Trump. Por su parte, Ramírez se esfuerza en buscar un diálogo más amplio, convencido del apoyo de Trump y Milei, pero a la espera de los movimientos definitorios de Lula Da Silva, Gabriel Boric y Gustavo Petro.
Randim guardó silencio frente a la posición ideológica de Beijing y la situación institucional en Venezuela, Cuba y Nicaragua. Se limitó a decir que, de ganar, hará cumplir con las normas del organismo y en posteriores declaraciones a la prensa, opinó que «la única forma» de atender la situación en Venezuela es mediante un «diálogo» con el Gobierno de Maduro.
Según analistas, disputa electoral entre el canciller de Paraguay, Rubén Ramírez, y el ministro de Relaciones Exteriores de Surinam, Albert Randim, para ocupar la secretaria General de la OEA, en sucesión de Luis Almagro, exhibe la confrontación global que protagonizan Estados Unidos y China.
Análisis de las perspectivas
Ramírez comparte la perspectiva geopolítica de Donald Trump, mientras que Randim es considerado aliado de Xi Jinping en América Latina, reseñan distintos medios de prensa, aunque él lo ha negado.
En este contexto, cada uno de los candidatos fue consecuente con su perspectiva del mundo y su alineamiento con la agenda internacional.
El representante de Estados Unidos, Thomas Hastings, preguntó a Randim y Ramírez respecto a China, Venezuela, Cuba y Nicaragua. China es observador de la OEA, y Venezuela, Cuba y Nicaragua están afuera del foro regional, tras denunciar el organismo como un brazo de influencia de Estados Unidos en la región.
Randim contestó: “Este hemisferio tiene sus reglas. Cumpliré con las reglas».
“Cuba, Venezuela y Nicaragua deben volver al sistema democrático, tienen que tener gobiernos respetados”, aseguró Ramírez cuando fue su turno para contestar la pregunta del diplomático estadounidense Hastings.
Y sobre China y su influencia en la OEA como país observador, el candidato paraguayo alertó: “Tenemos que tener en cuenta los objetivos de la organización, y los condicionales sobre los donantes”.
Además de Estados Unidos y Paraguay, los embajadores de Canadá, Bolivia, Paraguay, Chile, Belice, Surinam y México aprovecharon sus minutos para conocer las posiciones de Randim y Ramírez sobre igualdad de género, cambio climático, inmigración, delitos trasnacionales y la reconstrucción burocrática de la OEA.
Aunque Randim y Ramírez coincidieron en lo formal cuando contestaron las preguntas de los embajadores, en realidad, detrás de las respuestas protocolares, se enfrentan dos perspectivas distintas sobre el mundo, el poder y la democracia.
La elección está prevista para el 10 de marzo. Aún no se conocen la posición de Estados Unidos, Canadá, Brasil, México y Colombia.
Randim y Ramírez están en virtual empate. Los dos aguardan que Trump defina su posición política, y que no haya un tercer país que intente capitalizar la paridad que protagonizan los candidatos de Surinam y Paraguay.