China y Turquía manifestaron su respaldo a la causa palestina en medio del acuerdo de cese al fuego entre Israel y Palestina que ya tiene sus primeros resultados, y a su vez, reacciones.
China sostiene que la gobernanza futura de Gaza debe estar bajo el control de los palestinos, al tiempo que rechaza cualquier desplazamiento forzoso de palestinos como sugirió recientemente el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Beijing, en contraposición a Trump, promueve como mecanismo de resolución del conflicto la creación de dos Estados. Esto, a juicio de China, representa la única vía para lograr una paz duradera en la región.
Por otro lado, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, celebró lo que considera un fracaso en el objetivo de ocupación del régimen israelí. Sin embargo, condenó que una vez firmado el acuerdo, Israel esté intentando dilatarlo, como hizo con su lenta retirada del corredor de Netzarim, una zona clave que divide la Franja de Gaza en dos, y que era uno de los puntos del cese al fuego.
En esta línea Erdogan afirmó que su país no permitiría una nueva Nakba, (en referencia al desplazamiento forzado que sufrieron los palestinos en 1948) y propuso que Israel asuma por completo la reconstrucción de Gaza, estimado en 100 mil millones de dólares.
A pesar de las tensiones, durante el fin de semana se logró la liberación de prisioneros en ambas partes. Palestina entregó a tres prisioneros israelíes quienes destacaron el buen trato en el proceso.
Israel, por su parte, liberó a 183 palestinos detenidos, pero al menos 49 fueron trasladados fuera de la Franja de Gaza debido al pésimo estado físico en el que se encontraban. Además, se conoció que Israel amenazó a las familias de los palestinos liberados para que no lo celebraran.