Este jueves, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ofreció una rueda de prensa con los medios de comunicación en la que dejó más dudas que respuestas sobre los resultados de la visita del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, el pasado lunes 3 de febrero.
Desde el inicio de las preguntas, Mulino mostró incomodidad ante las preguntas de los periodistas presentes.
Cuando se le preguntó sobre la posibilidad de crear un frente con países aliados frente a Estados Unidos, el presidente respondió: «Panamá tiene sus intereses claros, no necesita compañeros de viaje, aprecia los mensajes de solidaridad, pero hasta ahí».
Además, tildó de falta de respeto que se le preguntara si la agenda de Panamá estaba siendo dictada por Estados Unidos, afirmando de manera tajante: «La política internacional la dirijo yo, por Constitución».
El presidente también fue cuestionado sobre las recientes declaraciones de su homólogo estadounidense, Donald Trump, en torno al Canal de Panamá. A Mulino se le preguntó hasta qué punto estaba dispuesto su gobierno a ceder ante una eventual intervención en la administración del canal o la instalación de bases militares en el país. De manera ambigua, Mulino hizo hincapié en que esas posibilidades no existían.
Otra de las preguntas estuvo enfocada en que la Casa Blanca mencionó que Panamá era el primer país en ceder a las instrucciones de Trump sobre la Ruta de la Seda. Mulino respondió que esta decisión estaba tomada incluso antes de la reunión con Marco Rubio.
La conferencia de prensa alcanzó un punto de tensión cuando se le preguntó sobre la información que circuló el lunes 3 de febrero, indicando que naves de Estados Unidos pasarían gratuitamente por el Canal de Panamá.
Ante este tema, se produjo un silencio desde la presidencia y la Autoridad del Canal. Mulino se excusó diciendo que no hubo silencio, sino que él habla los jueves, y que este asunto lo conversa directamente con el Canal y no con los medios de comunicación.