Durante la XII Reunión Extraordinaria de Jefes de Estado y Primeros Ministros del ALBA-TCP, el presidente venezolano Nicolás Maduro, denunció la existencia de una red de corrupción y de «coyotes», que involucra a la oposición venezolana y a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) en el manejo de fondos destinados a la migración venezolana.
«Coyote» es la denominación popular de aquellas personas o grupos estructurados, encargadas de transportar a migrantes a través de las fronteras, cobrando elevadas sumas de dinero a los migrantes, de forma voluntaria o involuntaria.
Maduro propuso una investigación conjunta para desmantelar las «bandas criminales de coyotes»:
«se ha propuesto una investigación conjunta y exigir el desmantelamiento de las bandas criminales de coyotes que trafican y se lucran, además utilizando el tema de la migración como arma política para robar, como se está viendo en las primeras revelaciones que están surgiendo de la inmensa corruptela de ese organismo podrido llamado la USAID»
El presidente venezolano acusó directamente a Juan Guaidó, Leopoldo López y Lilian Tintori de haber robado «millones de millones» de los fondos destinados a la ayuda humanitaria.
De acuerdo a Maduro, este dinero se utilizó para mantener un «lobby permanente» en Miami con el fin de continuar los ataques contra Cuba, Venezuela, Nicaragua y otros países de la región.
Estas declaraciones coinciden con recientes informes que indican que el FBI está investigando a colaboradores cercanos a Juan Guaidó por presunta corrupción y malversación de fondos de ayuda humanitaria.
Según fuentes periodísticas, solo el 2% de los fondos proporcionados por USAID entre 2018 y 2020 se utilizó adecuadamente, lo que plantea serias interrogantes sobre el destino del 98% restante.