Ecuador se prepara para las elecciones del domingo 9 de febrero, en un contexto de denuncias de manipulaciones del proceso electoral. Andrés Arauz, secretario del partido Revolución Ciudadana, emitió alertas sobre intentos de manipulación de los resultados, lo que generó una respuesta por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE).
A través de su cuenta en X, Arauz alertó que han recibido reportes sobre posibles operaciones de «bandera falsa» y ataques con inteligencia artificial en la última semana de campaña. Según el dirigente, estos intentos de manipulación estarían relacionados con cuentas como “Somos Semilla”, las cuales habrían sido intervenidas desde el Centro de Inteligencia Estratégica (CIES) de la Presidencia.
Arauz pidió a los más de 38 mil delegados de Revolución Ciudadana en todo el país que participaran en la estricta vigilancia del proceso electoral. Subrayó la importancia de obtener las actas tanto físicas como digitales, para asegurar que el control de los resultados sea transparente y evitar manipulaciones.
Además, Arauz mencionó la posibilidad de que se produzcan «ataques de falsa bandera» contra su movimiento, por lo que pidió a sus militantes que, a través de los medios de comunicación locales, difundieran la idea de que cualquier ataque al partido sería fabricado.
En respuesta, la presidenta del CNE, Diana Atamaint, cuestionó las declaraciones de Arauz. En una entrevista con un medio ecuatoriano, señaló que las afirmaciones del excandidato eran “maliciosas e irresponsables” y que buscaban generar incertidumbre antes de las elecciones.
Atamaint defendió la transparencia del proceso electoral, señalando que los ciudadanos, partidos políticos y medios de comunicación cuentan con herramientas para verificar el conteo de votos y las actas procesadas. Sin embargo, el excandidato destacó que las herramientas tecnológicas proporcionadas por el CNE no serían suficientes para garantizar la transparencia sin una supervisión adecuada.
Con las elecciones programadas para este domingo 9 de febrero, la situación sigue siendo incierta. La ciudadanía deberá decidir el futuro del país, pero las alertas de Arauz mantienen en discusión la seguridad del sistema electoral.