“Es tiempo de morir”. Así publicaba Elon Musk en su cuenta personal sus explosivas acusaciones acerca de la USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo) por su papel en el financiamiento de Armas Biológicas y operaciones de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) en todo el planeta.
Elon Musk, quien fue designado por Donald Trump como encargado del DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental) abrió la “Caja de Pandora” y anunció una investigación acerca del financiamiento de programas que nada tienen que ver con el desarrollo de esa agencia, al tiempo que el mismo presidente Trump publicaba que la USAID “está siendo dirigida por radicales”.
El conflicto se produjo en medio de tensiones entre el equipo de Musk, y la USAID. Según trascendió, el equipo de DOGE habría intentado acceder a información clasificada de USAID, lo que llevó a que dos altos funcionarios de seguridad de USAID fueran suspendidos por negarse a otorgar dicho acceso.
En noviembre de 2024, el diario británico The Guardian publicó que no utilizaría la plataforma X (anteriormente conocida como Twitter), para sus publicaciones, argumentando que se había convertido en un espacio «tóxico» y que su propietario, Elon Musk, había manipulado el discurso político para beneficiar al entonces ex presidente Donald Trump, publicaciones que fueron atribuidas a la USAID por financiar a grupos que la impulsaron.
Ahora, Musk calificó a la USAID como una «organización criminal» y sostiene que la agencia financió investigaciones sobre armas biológicas, incluyendo proyectos que habrían contribuido a la aparición del COVID-19, aunque se espera que pronto divulgue las pruebas de ello.
Trayectoria de la USAID
Después de un largo historial de acusaciones de intervencionismo norteamericano a través de la USAID por parte de gobiernos en todo el mundo, es la primera vez que desde el gobierno se señalan las actuaciones de dicha agencia develando su papel de “Caballo de Troya” para desestabilizar gobiernos que le son incómodos a los intereses de Estados Unidos.
Desde su fundación el 3 de noviembre de 1961 por orden del presidente John F. Kennedy la USAID fue acusada de haberse asociado con una oficina que debía dedicarse a la seguridad pública y acabó acusada por la revista Forein Policy de formar militares y policías en técnicas de tortura y terrorismo en Vietnam, Filipinas y Tailandia.
En América Latina, ha sido señalada de colaborar con la CIA para desestabilizar gobiernos que le son adversos a los intereses de Estados Unidos, como es el caso de Cuba, donde fue acusada de financiar “ Zunzuneo”, una red social conocida como el Twitter cubano financiada en secreto por el gobierno de EE.UU. para operar en la isla.
Lo mismo ocurrió en Ecuador y Bolivia donde los presidentes Rafael Correa y Evo Morales prohibieron las operaciones de la agencia por financiar a partidos y personajes opositores a los gobiernos bajo la fachada de ayuda humanitaria y derechos humanos.
Apenas hace un año, el expresidente de México Manuel López Obrador envió una carta al ex presidente Joe Biden en protesta por los financiamientos que USAID otorgaba a las ONG’s de opositores a su gobierno, lo que tensionó las relaciones en ese momento.
Venezuela la más afectada y el capítulo Guaidó
El fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, fue uno de los primeros presidentes de la región en vetar las operaciones de la USAID en Venezuela donde cables filtrados del sitio web conocido como “wikileaks” develó el plan de cinco pasos diseñado desde EEUU y financiado por la USAID, para derrocar al mandatario venezolano.
Más recientemente, el Gobierno de Nicolás Maduro acusó a la USAID de estar detrás del financiamiento a líderes opositores y el posterior atentado que sufriera en un acto público, donde hicieron estallar un dron cargado con C4 con el fin de asesinarlo a él y a los más altos representantes del gobierno venezolano presentes en ese acto.
Otro acto de injerencismo por parte de la USAID se vivió en Venezuela, con el presidente de la Asamblea Nacional 2019, Juan Guaidó, quien se autoproclamó presidente interino y fue reconocido por EEUU precisamente en el primer gobierno de Donald Trump. En ese momento intentaron invadir territorio venezolano desde territorio colombiano, con camiones de ayuda humanitaria financiada por la USAID y que debido al incendio parcial de uno de ellos, se descubrió que venían cargados de materiales subversivos.
La USAID ha sido acusada por Caracas de financiar a líderes como María Corina Machado, Leopoldo Lopez, Julio Borges, quienes han obtenido financiamiento directo a sus partidos políticos en cada caso anunciando que son ayudas para atender migrantes venezolanos en el extranjero y desarrollar la democracia en Venezuela.
También la NED
En 2006, se informó que la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés), financiada por el Congreso de Estados Unidos, duplicó su inversión en Venezuela, destinando alrededor de 2 millones de dólares a diversas iniciativas y la USAID en su mismo sitio web anuncia que ha destinado fondos para iniciativas que tienen que ver con Venezuela en los siguientes conceptos:
Asistencia Humanitaria y de Desarrollo: Desde el año fiscal 2017, Estados Unidos ha proporcionado más de $656 millones en asistencia humanitaria y de desarrollo para abordar la crisis que le atribuyen al Gobierno venezolano. Esto incluye más de $467 millones para apoyar a los venezolanos que han salido del país y a las comunidades de acogida en la región, así como cerca de $189 millones destinados a los venezolanos dentro del país generalmente ONG’s y partidos políticos.
Apoyo a Programas de Salud y Derechos Humanos: Además, la USAID ha comprometido más de $128 millones para financiar programas que respaldaron al entonces presidente interino Juan Guaidó y su administración según apuntan, para en “la restauración de una gobernanza democrática, la defensa de los derechos humanos y el desarrollo de planes para recuperar la economía y los servicios sociales básicos en Venezuela”.
Hasta el 30 de septiembre de 2024, el financiamiento humanitario total del Gobierno de Estados Unidos para respaldar acciones en Venezuela en los años fiscales 2017–2024 asciende a más de $1.8 mil millones a través de USAID/BHA y más de $1.4 mil millones a través del Departamento de Estado/PRM, sumando un total de más de $3.2 mil millones.
Investigaciones en curso
Se informó que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos inició una investigación sobre los casos de malversación de fondos destinados a la ayuda humanitaria en Venezuela. Esta investigación se viene llevando a cabo e implican a colaboradores cercanos al exlíder opositor Juan Guaidó.
Según los últimos reportes, el FBI está examinando el destino de los fondos millonarios que la administración de Washington proporcionó al «gobierno» de Guaidó para asistencia humanitaria.
Una de las acciones destacadas en esta investigación fue la visita de agentes del FBI a las instalaciones de EVTV Miami, un canal dirigido por Carlos Méndez. Durante esta visita, los agentes interrogaron a Méndez sobre el uso de los fondos y su posible desvío hacia el medio de comunicación que dirige.
Otros que están bajo investigación actualmente son: Fernando Blasi, quien fuera representante de Guaidó en Estados Unidos e implicado en investigaciones previas, relacionadas con corrupción. Además, Javier Troconis, quien fungió como comisionado de Guaidó para la gestión de activos en el extranjero, también vinculado a investigaciones sobre manejo indebido de fondos.
