La Administración de Donald Trump evalúa utilizar instalaciones para migrantes en la base militar de Guantánamo para retener a migrantes en situación irregular en Estados Unidos que las autoridades deportarán a sus países de origen, ha afirmado este miércoles la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.
“Estamos evaluándolo y debatiéndolo en este momento. Es una decisión del presidente, pero es un recurso y vamos a seguir explorando cómo podemos utilizar todos nuestros recursos para mantener a Estados Unidos seguro”, dijo Noem.
El campo de detención de la base de Guantánamo fue abrierto en 2002 por el entonces presidente George W. Bush (2001-2009) para retener a acusados de terrorismo en el marco de la “guerra global contra el terrorismo” tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Poco tiempo después, cobró fama internacional por las denuncias de torturas.
Un reportaje publicado en septiembre de 2024 por The New York Times, basado en informes internos del Gobierno, reveló que los detenidos en la prisión sufren condiciones precarias, sus llamadas con abogados son monitoreadas, algunas instalaciones están llenas de ratas y hasta existen denuncias de que los presos son obligados a usar gafas de visión opaca durante los traslados dentro de la base.
El gobierno de Cuba reaccióno rápidamente ala noticia calificando como un «acto de brutalidad» el anuncio de EEUU que habilitará 30.000 camas en Guantánamo para migrantes sin papeles.