Los tiroteos entre el Ejército congoleño y rebeldes del grupo M23, y el uso de artillería pesada en zonas residenciales y densamente pobladas, están dejando muchos cadáveres en las calles de la ciudad de Goma, en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), según portavoces de Naciones Unidas y Cruz Roja.
«Los enfrentamientos son intensos, hay muchos cadáveres en las calles», afirmó el portavoz de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, Jens Laerke.
En medio de esa inseguridad, varios barrios de la capital del Congo, Goma, se encuentran sin agua ni electricidad desde el viernes pasado por daños en las infraestructuras de suministro.
Además, seis días después del estallido de los combates, los alimentos escasean gravemente en la ciudad, según ha alertado este martes el Programa Mundial de Alimentos de la ONU.
La situación puede agravarse en las próximas horas por el cierre del aeropuerto de Goma y el bloqueo de las principales rutas de acceso.
El responsable del programa de la ONU explicó, en teleconferencia desde Kinsasa, que desde ayer se ha producido un corte total en el acceso a internet.
Atacadas varias embajadas en la capital congoleña
En la capital del país, Kinsasa, grupos de manifestantes atacaron varias embajadas, durante las protestas registradas este martes por la situación de conflicto.
Las principales embajadas afectadas por estos ataques, que incluyeron la quema de neumáticos frente a sus edificios e incluso saqueos, fueron las de Estados Unidos, Francia, Bélgica, Uganda y Ruanda, país al que los manifestantes acusan de apoyar a los rebeldes del M23, una información confirmada por Naciones Unidas, ONU.
Frente a las legaciones occidentales, los manifestantes denunciaron el silencio y la inacción de sus gobiernos y pidieron una mayor implicación de la comunidad internacional en el proceso de paz.