Este 23 de enero se cumplen en Venezuela 67 años de la caída de la dictadura de Marco Pérez Jiménez.
La fecha es emblemática para el país suramericano, pues no solo simboliza el fin de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en 1958.
También significó la traición que sufrió el pueblo venezolano por parte de las élites económicas y políticas de la época, que firmaron el Pacto de Punto Fijo para entregarle al país a las potencias extranjeras.
“En el año 58, aquellos que se confabularon para darle una patada a las luchas de nuestro pueblo y le pusieron un nombre rimbombante: Pacto de Punto Fijo (…) Que esa sea la última traición al Pueblo de Venezuela”, destacó este miércoles el dirigente del chavismo, Diosdado Cabello, en su programa televisivo Con El Mazo Dando.
La huella de esa traición permanece en la actual oposición, cuyos dirigentes utilizan la fecha del 23 de enero para intentar desvirtuar la lucha de 1958, precisamente atacando a la democracia venezolana.
Los ejemplos sobran: los ataques de la oposición contra la democracia venezolana han sido constantes. Desde 2002 han intentado ejecutar golpe de Estados, sabotaje a la industria petrolera y al servicio eléctrico, además de llamados a desconocer los poderes públicos.
En 2019 la extrema derecha arremetió contra la democracia cuando el prófugo de la justicia, Juan Guaidó, se autoproclamó en una plaza pública como presidente “ficticio”, con el apoyo de EEUU.
También han intentado subvertir el orden democrático a través de acciones desestabilizadoras, fallidos intentos de magnicidio e intentos de invasión, tanto por la frontera con Táchira (Cúcuta) como por las costas venezolanas (Operación Gedeón). En la actualidad intentan reeditar sin éxito el plan Guaidó, esta vez con el excandidato presidencial derrotado, Edmundo González.
Por ello, cada 23 de enero, las fuerzas del chavismo reivindican la lucha popular por la defensa de la democracia en Venezuela.