Son cuatro. El presidente de EEUU, Donald Trump, armó un equipo con funciones clave en la política exterior estadounidense para América Latina, que incluye abordar el papel geopolítico que lleva a cabo Venezuela en la región.
No es la primera vez que Trump lidiará con el gobierno del presidente Nicolás Maduro. En su primer mandato (2017-2021), el magnate multimillonario fracasó en su política de “máxima presión” contra el país suramericano, utilizando el reconocimiento de Juan Guaidó como presidente ficticio. En 2021 se fue de la Casa Blanca, dejando en Venezuela un legado de amenazas de intervención militar y sanciones que afectaron a la población.
Ahora que comienza su segundo mandato presidencial, te presentamos un resumen de quienes son sus cuatro “halcones” que tendrán la mira puesta en Venezuela:
Marco Rubio

Marco Rubio es un declarado enemigo público de la Revolución Bolivariana que lidera el presidente Maduro.
Desde sus diversas responsabilidades en el Senado de EEUU, Rubio fue un activo promotor de las ilegales sanciones contra Venezuela, bajo la narrativa de que estas medidas forman parte de la “lucha por la democracia venezolana”, según ha sostenido.
Rubio ha mantenido una postura confrontación permanente contra el Gobierno Bolivariano, mostrando su apoyo irrestricto a los sectores de la extrema derecha venezolana, incluyendo a María Machado y a oenegés venezolanas, financiadas por el Departamento de Estado de EEUU.
En toda su trayectoria, Marco Rubio se muestra contrario a dialogar con miembros del Gobierno Bolivariano, incluso arremetió contra la administración de Joe Biden por entablar conversaciones con enviados del presidente Maduro.
Su hostilidad contra el país ha escalado progresivamente. Dentro del Senado de EEUU introdujo propuestas para aumentar aún más la cantidad de Medidas Coercitivas Unilaterales que pesan sobre el país, además de solicitar que Interpol “capture” al presidente Maduro durante sus giras internacionales.
Antes de asumir como Secretario de Estado, Rubio presentó en el Senado un proyecto para “aumentar la recompensa por Nicolás Maduro a 100 millones de dólares”.
Richard Grenell
Considerado por la prensa europea como un “agitador y provocador” de las ideas supremacistas de Trump, Grenell fue nombrado enviado presidencial a misiones especiales en “lugares conflictivos”-según Trump- como Venezuela y Corea del Norte.
“Ric continuará luchando por la paz a través de la fuerza, y siempre pondrá a Estados Unidos primero”, publicó Trump en su red social tras anunciar su designación.
En su historial, Grenell fue embajador de Trump en Alemania y enviado presidencial especial para las negociaciones de paz de Serbia y Kosovo.
Fue nombrado director interino de inteligencia nacional durante el mandato de Trump 2017-2021. El mandatario estadounidense lo nombró en ese cargo confiando en su experiencia como consultor de comunicación para clientes extranjeros de todo pelaje, como Hungría, República Democrática del Congo, Kenia o Irán. Antes de trabajar para Trump, Grenell fue director de comunicación de la delegación de EEUU ante la ONU
Se espera que el espíritu de negociador Grenell contraste con la postura de tolerancia cero de Rubio, con quien tendrá que alinear una política exterior común.
Mauricio Claver-Carone

Designado como enviado especial del Departamento de Estado de EEUU para América Latina, Venezuela será uno de los puntos de la agenda de Claver-Carone. Es amigo de Trump, quien confía en él como el hombre para “restaurar el orden en nuestro propio hemisferio”, reseñó El País.
Claver-Carone es recordado como uno de los arquitectos de las sanciones contra Venezuela. Forma parte del ala republicana inclinada a poner “mano dura” con los gobiernos de izquierda en la región, al considerar que son una “amenaza” para los intereses de EEUU.
Cuando ocupó la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo, de donde fue expulsado por violar las normás éticas del organismo, fue señalado por el diario cubano Granma de promover “acciones abiertas y encubiertas de Washington” contra Venezuela, Nicaragua, Cuba y Bolivia.
La prensa argentina recuerda que en el 2019 Claver-Carone abandonó la ceremonia de toma de posesión del expresidente, Alberto Fernández, cuando se enteró que al evento había “invitaciones y sorpresas desagradables”, según declaró a La Nación. Se trataba del expresidente de Ecuador, Rafael Correa y el entonces ministro de Comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez.
Daniel Newlin

Fue nominado como embajador de EEUU en Colombia, un puesto clave dado la cercanía y la ausencia de un diplomático estadounidense en territorio venezolano.
Es usual que desde Colombia el embajador estadounidense de turno ofrezca discursos injerencistas en los asuntos internos de Venezuela. Además, esta figura a menudo sirve de apoyo político para las facciones de la extrema derecha venezolana. Por tanto, Newlin jugará un papel clave en la relación de EEUU con Venezuela.
El futuro embajador, (su nominación debe ser aprobada por el Senado), es un ejecutivo de negocios, empresario y ex detective de gran experiencia, que cuenta con una carrera de 28 años en la Oficina del Sheriff del Condado de Orange, Florida. Es cercano al designado secretario de Estado, Marco Rubio. Pertenece al ala dura de los republicanos.