La liberación de 92 presos palestinos reveló la alarmante realidad de las condiciones en las cárceles israelíes. Al ser liberados, muchos de ellos mostraban signos evidentes de deterioro físico: moratones, cicatrices y un aspecto demacrado que contrasta con la vitalidad que tenían antes de su encarcelamiento, reseñó el portal Levante.
Esta situación ha generado un profundo dolor entre sus familias, quienes, tras la alegría inicial del reencuentro, se ven confrontadas con el impacto del sufrimiento que han padecido sus seres queridos.
Desde el inicio del conflicto el 7 de octubre de 2023, las condiciones dentro de las prisiones han empeorado drásticamente.
Según informes de organizaciones de derechos humanos, los prisioneros han sido sometidos a torturas y tratos inhumanos, incluyendo aislamiento prolongado y privaciones severas.
Amani Srahneh, del Club de Prisioneros Palestinos, explicó que muchos han sido detenidos sin cargos específicos y mantenidos en condiciones extremas, lo que ha llevado a un aumento en el número de muertes bajo custodia.
“Eso significa que son detenidos sin cargos concretos, y las autoridades israelíes pueden mantenerlos en la cárcel sin realizar un juicio”, explicó Amani Srahneh.
La diputada por el Frente Popular para la Liberación de Palestina, Jalida Jarrar, quien también fue liberada recientemente, denunció que estaba recluida en una celda de aislamiento de dimensiones reducidas y sin acceso adecuado a atención médica.
Todos los prisioneros liberados el lunes habían sufrido “graves malos tratos, incluida violencia verbal y física, privaciones y aislamiento”, denunció la política palestina Hanan Ashrawi en ‘X’.