La historia se teje de detalles y precisamente, detalles fueron los ladrillos de construcción de un hecho inédito en nuestra historia política contemporánea. Como lo manda la Constitución, el 10 de enero es la fecha pautada para la Juramentación del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, pero en 2025 la jornada tuvo un protagonista de primer orden: el Pueblo Venezolano.
El presidente Nicolás Maduro estuvo acompañado en todo momento del pueblo que decidió por mayoría que siguiera al frente de las riendas de Venezuela, por un nuevo período presidencial, y éste se manifestó de diversas maneras para expresar el valor fundamental que consolida la unión en el proceso revolucionario: Amor y Lealtad.
22 parroquias regalan Banda Presidencial
Un aspecto resaltante en esta oportunidad fue la confección de la banda presidencial. Esta insignia del poder, como es conocida, fue un regalo realizado artesanalmente por manos de cientos de niños, mujeres y hombres del pueblo y de la clase obrera, quienes cosieron y bordaron sus sentimientos en cada uno de los elementos distintivos de este elemento protocolar.
Omar Cruz, destacado cultor popular, fue el encargado con su arte, de plasmar al detalle el Escudo Nacional, como principal elemento visual del esfuerzo colectivo de un pueblo que resistió y venció.
No es un detalle menor que el propio pueblo, se haga presente en la Asamblea para colocar la Banda al presidente, quien visiblemente emocionado, se fundió en un abrazo con todos los presentes. Por momentos, acarició cada centímetro del regalo que su pueblo le dio.
El pueblo se juramentó con Maduro
En paralelo a los actos protocolares de la ceremonia de investidura las calles de Caracas estuvieron repletas de personas que decidieron acompañar al presidente Maduro en su juramentación: en la autopista, cercanías de la Asamblea Nacional, en los Próceres y en el Palacio de Miraflores resaltaba la alegría y los rostros de victoria. Hicieron suya esta toma de posesión, como símbolo de triunfo ante los constantes ataques y agresiones que ha sufrido la Patria durante los últimos años.
Fuerza motorizada presente
A su llegada al paseo monumental de los próceres, cientos de motorizados en sus «caballos de acero», como son conocidos popularmente en Venezuela, acompañaron al presidente Maduro durante su recorrido por la explanada dispuesta para honrarle su compromiso y lealtad.
Maduro, conductor de profesión, se identificó plenamente con ellos a su encuentro y dedicó minutos para compartir y agradecer su apoyo.
La caravana se extendió hasta su llegada a la “Casa de sueños azules”: La Academia Militar Venezolana donde le ratificarían como Jefe de las Fuerzas Armadas Bolivarianas.
Unión perfecta – Unión Victoriosa
Un abrazo que representa el verdadero valor de la unidad cívico -militar. De esta manera fue recibido el presidente Maduro, a las puertas de la Academia Militar por una joven cadete que, además de reconocerlo como su Comandante en Jefe, le agradeció ser la esperanza de un pueblo que sigue en batalla, en lucha y en victoria.
El Presidente Pueblo
La jornada de investidura concluyó en el Palacio de Miraflores, repleto de ciudadanos que se juramentaron junto a su Presidente para iniciar un nuevo periodo de mandato.
Bajo un sol caribeño y refrescante, sonaba música, algarabía y consignas a favor de la prosperidad y avance de Venezuela. Las nubes grises se alejaron. La tempestad prometida desde el extranjero no ocurrió.
Este 10 de enero en Caracas y en Venezuela reinó la paz.
