La propuesta del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, de intercambiar a 252 migrantes venezolanos secuestrados en el penal de máxima seguridad Cecot por un número igual de personas que él considera “presos políticos” en Venezuela, ha generado una ola de indignación y rechazo en redes sociales, entre defensores de derechos humanos y desde el propio Ministerio Público venezolano.
Durante el fin de semana, Bukele planteó públicamente la posibilidad de liberar a los venezolanos que fueron deportados desde Estados Unidos y recluidos en su país, a cambio de que el gobierno venezolano excarcele a personas actualmente privadas de libertad que participaron en accciones que pretendían desestabilizar al país.
Desde Venezuela, el fiscal general Tarek William Saab rechazó la oferta, calificándola de “cínica” y contraria al derecho internacional. Aseguró que los venezolanos fueron privados de libertad sin debido proceso y tildó de “lesiva a los derechos humanos” la detención masiva promovida por Bukele.
En redes sociales, las reacciones no se hicieron esperar:
- “Es un descaro jugar con la vida de los venezolanos como si fueran un material inerte, sin sentimientos ni valor alguno”, expresó la usuaria @LeonelaMai284.
- El usuario @dante_rivass exigió a Bukele presentar pruebas que vinculen a los detenidos con organizaciones criminales como el “Tren de Aragua”: “Bukele piensa que va a hacer lo mismo que en su país donde detiene personas arbitrariamente, pero Venezuela sí es un pueblo digno”.
- Por su parte, la activista @indhriana denunció que la propuesta constituye un delito de lesa humanidad y responsabilizó tanto a Bukele como a actores opositores venezolanos por la criminalización de los migrantes: “Han secuestrado a hijos, hermanos, padres para lograr objetivos políticos. Basta de impunidad”.
- El defensor de derechos humanos Marino Alvarado (@marinoalvarado) también se sumó a las críticas: “El uso de los presos como ficha de canje. No disfrace su ilegalidad con rostro falso de solidaridad”.
La polémica propuesta ha reforzado los cuestionamientos al acuerdo migratorio entre El Salvador y Estados Unidos, así como a las condiciones de detención en el Cecot, una prisión que ha sido denunciada por múltiples organizaciones humanitarias por abusos y tratos crueles.