El anillo del Pescador es uno de los símbolos tradicionales de la autoridad papal que vincula al obispo de Roma con el apóstol San Pedro, considerado el primer papa. Su nombre se debe a la imagen estampada en su superficie que representa a San Pedro, pescador de oficio, sentado en una barca y arrojando las redes al mar.
El anillo piscatorio lo utilizan todos los papas tras tomar posesión de su cargo y se fabrica con los restos del anillo usado por el anterior pontífice, como símbolo de sucesión.

La primera documentación de este anillo, que servía como sello para la correspondencia privada del Santo Padre, se remonta al año 1265, cuando apareció en una carta escrita por el papa Clemente IV (1265-1268) a su sobrino Pietro Grossi. Por otro lado, todos los documentos públicos se autentificaban con el sello de plomo y recibían el nombre de una bula papal o pontificia.
No obstante, la tradición de otorgar un anillo a los obispos en su ordenación episcopal data al menos del siglo VI, probablemente como un ritual para denotar el compromiso matrimonial y la fidelidad a su diócesis.
En el siglo XV, el anillo se utilizaba como sello para los escritos papales, que son documentos menos formales, pero en 1842 su uso como sello fue suspendido.
El anillo episcopal normalmente está hecho de oro y el papa suele llevarlo en el dedo anular de la mano derecha. Pero el anillo otorgado al difunto sumo pontífice Francisco, quien es famoso, entre otras cosas, por simplificar y modificar los ritos papales, estaba hecho de plata bañada en oro.