Una evaluación reciente del Consejo Nacional de Inteligencia de Estados Unidos concluye que no existe coordinación entre el grupo criminal venezolano Tren de Aragua y el gobierno de Nicolás Maduro, según publicación realizada en The Washington Post.
Este hallazgo contradice las afirmaciones de la administración del presidente Donald Trump, quien invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para deportar a ciudadanos venezolanos acusados de pertenecer a dicha organización.
La evaluación, que representa el consenso de las 18 agencias de inteligencia estadounidenses, indica que, «si bien existen contactos de bajo nivel entre el Tren de Aragua y funcionarios venezolanos, no hay evidencia de que el grupo opere bajo la dirección del gobierno de Maduro». Esta conclusión cuestiona la base legal utilizada por la administración para aplicar una ley de tiempos de guerra que permite la deportación sin proceso judicial a personas de naciones enemigas.
En marzo, la administración Trump deportó a más de 130 venezolanos a El Salvador, donde fueron detenidos en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT). Estas deportaciones se llevaron a cabo a pesar de una orden judicial que solicitaba su suspensión para garantizar el debido proceso legal
El informe de inteligencia fue desestimado por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, que lo calificó como producto de “actores del estado profundo” en colaboración con los medios de comunicación. La administración Trump sostiene que las deportaciones fueron necesarias para proteger la seguridad nacional.
Este caso ha generado un debate sobre el alcance de los poderes ejecutivos en materia de inmigración y la necesidad de garantizar el debido proceso legal a los migrantes.