A un día de retomar las negociaciones indirectas con Estados Unidos sobre su programa nuclear, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Sayyid Abbas Araghchi, advirtió que las “exigencias poco realistas” por parte de Washington podrían reducir significativamente las posibilidades de alcanzar un acuerdo.
Tras reunirse con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, Araghchi afirmó: “Mañana participaremos muy seriamente, con plena voluntad, en las negociaciones para encontrar soluciones en torno al programa nuclear pacífico de Irán. Esas peticiones [de EE.UU.] que serán poco realistas solo reducirán la posibilidad de llegar a un acuerdo”.
El diplomático iraní reiteró que el programa nuclear de su país tiene fines exclusivamente pacíficos, pero fue enfático al señalar que no se prestarán a presiones externas: “Las amenazas proferidas por el Gobierno estadounidense y las sanciones económicas, así como la política de máxima presión, impiden cualquier conversación directa. Pero la vía diplomática sigue abierta”.
En un tono reservado, Araghchi comentó que su país no acude a la mesa de diálogo con grandes expectativas: “»No entablaremos ninguna negociación directa con EE.UU. mientras sigan con su política de máxima presión y sus amenazas, pero eso no significa que, en lo que respecta a nuestro programa nuclear, no vayamos a negociar con otras partes.»”, indicó en declaraciones difundidas por la agencia Tasnim News.
Cuando se le preguntó sobre los recientes comentarios del senador estadounidense Tom Cotton, quien sugirió que Estados Unidos preferiría un acuerdo con Irán similar al alcanzado con Libia en 2003, Araghchi respondió de manera tajante: «Eso solo puede suceder en sus sueños».
El ministro también se refirió a una supuesta reunión en la que el presidente francés, Emmanuel Macron, se reunió con sus principales ministros y expertos para discutir la situación en Irán en marzo. Araghchi señaló: «Cada país tiene derecho a sus propias evaluaciones y análisis. Sin embargo, si algún país decide actuar en base a esas evaluaciones, será considerado cómplice de una acción hostil contra nuestra nación».
Por su parte, el canciller ruso Serguéi Lavrov expresó el respaldo de Moscú a las intenciones de ambas naciones de alcanzar un consenso: “La única opción de acuerdo debe centrarse exclusivamente en asuntos nucleares. Irán ha mostrado disposición total en ese marco y dentro del Tratado de No Proliferación Nuclear”, declaró Lavrov.
El encuentro ocurre tras las conversaciones del 12 de abril entre Araghchi y el enviado especial estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff. Desde Washington, estas fueron calificadas como “un paso adelante hacia un acuerdo mutuamente beneficioso”, aunque el presidente Donald Trump advirtió que “aún es temprano para sacar conclusiones”.
Estas negociaciones buscan revivir el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), firmado en 2015 entre Irán y las principales potencias mundiales. El acuerdo original ofrecía a Teherán un alivio en las sanciones a cambio de limitar su programa nuclear.
Sin embargo, su efectividad se vio socavada en 2018 tras la retirada de EE.UU. durante la administración Trump, lo que llevó a Irán a reducir sus compromisos gradualmente.
Desde entonces, la tensión escaló entre ambos países, aunque ahora las miradas están puestas en Viena, donde se desarrollarán las nuevas rondas diplomáticas. Pese al escepticismo iraní, el mundo espera señales de distensión.