Al menos 74 personas murieron como consecuencia de una serie de ataques que EE.UU. lanzó contra el puerto de Ras Isa, en la capital yemení, Saná. Entre las víctimas se encuentran trabajadores civiles del puerto que fueron sorprendidos por los bombardeos mientras realizaban sus labores. Este es el ataque más mortífero que realiza EE.UU. contra Yemen desde que Donald Trump asumió su segundo mandato.
Condena internacional a los bombardeos

El ataque fue condenado por la cantidad de víctimas civiles que dejó y la importancia logística del puerto de Ras Isa. El 80 por ciento de la ayuda humanitaria para Yemén pasa por los puertos de Ras Isa, Hodeidah y As-Salif. La resistencia palestina calificó el ataque como una violación a la soberanía de Yemen y un crimen de guerra, al tiempo que Irán condenó los bombardeos «bárbaros» y dijo que son una violación de los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas.
EE.UU. justifica los ataques

El ejército de EE.UU. a través del Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) informó que la acción contra el puerto de Ras Isa, en el Mar Rojo, tenía como objetivo cortar una fuente de suministros de combustible y de financiación de los hutíes. Washington realiza ataques aéreos casi a diario desde el 15 de marzo contra Yemen. El pasado mes de marzo EE.UU. mató al menos a 50 personas en dos días de ataques contra Yemen.