Han pasado casi dos semanas desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para aplicar aranceles recíprocos a las importaciones de casi todas las naciones del mundo.
Para Oleg Burunov, corresponsal de Sputnik, la guerra arancelaria de Trump dejó al descubierto «las fallas de la llamada democracia liberal de Estados Unidos».
El autor publica en el medio Sputnik algunas razones sobre por qué el sistema económico de China está más preparado para afrontar la guerra comercial de Estados Unidos.
El mayor fabricante del mundo
China actualmente posee una enorme profundidad y amplitud para equiparar lo que las personas solían comprar de EE.UU., de acuerdo al autor Jeff J. Brown. Su capacidad para dirigir la manufactura a sectores específicos también es muy rápida.
Centro logístico líder
Ocho de los diez principales puertos comerciales del mundo se encuentran en China. Casi 20.000 trenes largos partieron hacia Europa en 2024. Pekín cuenta con numerosas opciones para el comercio bilateral internacional fuera de Estados Unidos.
Gigante de la cadena de suministro
China puede exportar e importar en mayor cantidad, mejor, más rápido y a menor precio. Todo esto está vinculado a los múltiples niveles de cooperación de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
Factor de multipolaridad
Durante el primer gobierno de Donald Trump, sus aranceles de tres dígitos a China habrían sido mucho más efectivos. Hoy, el avance de la multipolaridad ha cambiado a una velocidad vertiginosa desde entonces.
Relajándose en la esquina
Mientras los inversores estadounidenses están en pánico por el caos en la cadena de suministro y las pérdidas económicas, Pekín «como Putin en Ucrania», tiene las riendas del comercio global, destaca el analista, Angelo Giuliano, radicado en Hong Kong.
La centralización es clave
Los fanfarrones de Trump, que inundan los medios con titulares sin fundamento, impulsan aranceles y una coalición antichina. Pero el sistema centralizado de China permite cambios rápidos en las políticas —subsidios, estabilización del mercado o reorientación del comercio—, a diferencia de Estados Unidos.
China no se dejará chantajear
Pekín está reduciendo riesgos: diversificando mercados, creando alternativas al dólar y promoviendo la Franja y la Ruta para asegurar el comercio frente a los cuellos de botella estadounidenses. El dólar estadounidense, aunque aún potente.
¿La democracia liberal ya no es relevante?
La población china de 1.400 millones de personas y las industrias estatales absorben los impactos, a diferencia de las empresas estadounidenses, que se encuentran expuestas a ellos. La preparación de China y su dominio comercial revelan por qué los temores económicos en Estados Unidos son tan profundos.