La Comisión Europea y Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay -pertenecientes al Mercado Común del Sur (MERCOSUR)- anunciaron la conclusión de las negociaciones para un acuerdo de libre comercio en diciembre de 2024, después de 20 años de deliberaciones.
La Unión Europea abarca un mercado de 450 millones de personas mientras que el Mercosur tiene 280 millones.
«Este tratado no es sólo una oportunidad económica, sino también una necesidad política», advirtió en diciembre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Y el tiempo le dio la razón. En este 2025, con un Trump que pone en marcha la Doctrina Monroe, la Unión Europea con Suiza a la cabeza, saca a relucir sus dotes diplomáticos para enamorar a los países Mercosur y que sus Parlamentos aprueben el tratado de libre comercio bilateral.
Suiza lleva la voz cantante y ya avanzó al dirigir las negociaciones de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), que también conforman Noruega, Islandia y Liechtenstein, con el Mercosur.
El socio comercial más importante de Suiza en América Latina sigue siendo Brasil, donde es uno de los cinco mayores países inversores. Brasil preside este año el grupo BRICS, al que Donald Trump también tiene en la mira con sus aranceles.
El ministro suizo de Asuntos Exteriores, Cassis, acordó con su homólogo brasileño, Mauro Vieira, finalizar las negociaciones lo antes posible.
Las negociaciones podrían concluir en el primer semestre y el acuerdo firmarse en el segundo», declaró Nicolas Bideau, portavoz del ministro suizo de Asuntos Exteriores, Ignazio Cassis.
Cassis y Bideau viajaron a Paraguay, Brasil y Bolivia del 3 al 7 de febrero para acelerar las negociaciones mientras Bolivia se incorporó a Mercosur en julio del año 2024.
Pero a diferencia de Bruselas, la AELC negocia directamente con Bolivia en un intento poracercarse al «triángulo del litio», en el que también se encuentran Argentina y Chile.
Oscar Eduardo Fernández-Guillén, especialista en integración latinoamericana en Buenos Aires, afirmó a Swissinfo.ch que el acuerdo con la AELC tiene una «importancia relativa» para los Estados del Mercosur porque la AELC es un mercado pequeño, con 15 millones de habitantes, pero se trata de países con uno de los ingresos per cápita más altos del mundo».
El mercado de la AELC representa el 1% del comercio total de los países del Mercosur, mientras que China supone el 30%. Sin embargo, toda negociación es importante, ya que los acuerdos establecen normas claras para las relaciones económicas, subraya Fernández-Guillén.
Y no sólo para el comercio, sino que también contienen normas para la inversión, coinciden Dupont y Fernández-Guillén.
Para hacerle frente a Trump, todo vale.