En el primer día de la festividad musulmana de Eid al-Fitr, las autoridades sanitarias de Gaza reportaron la muerte de al menos 24 personas, incluidos varios niños, a causa de ataques israelíes.
Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció que su gabinete aprobó la intensificación de la presión militar sobre Hamás y rechazó las acusaciones de que Israel no está dispuesto a negociar un acuerdo para la liberación de los rehenes. Sin embargo, insistió en que Hamás debe rendir sus armas como condición indispensable.

Aumentar la presión sobre Hamás en Gaza, de eso habló el domingo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Ese mismo día, el primero de la festividad musulmana de Eid al-Fitr, las autoridades sanitarias de Gaza informaron que al menos 24 personas, entre ellas varios niños, habían muerto en ataques israelíes. Nueve murieron en una sola tienda de campaña en la ciudad meridional de Khan Younis, y la Defensa Civil informó sobre un ataque a una casa y tienda de campaña, que albergaba desplazados.

Las posiciones para lograr el alto el fuego siguen sin unanimidad. Según un alto funcionario, Hamás aceptó, a través de los mediadores, una propuesta que incluye la liberación de cinco rehenes israelíes cada semana, pero sin deponer las armas, como ha exigido Israel.