El presidente de Bolivia, Luis Arce, envió una carta al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, expresando su firme rechazo a las políticas migratorias represivas implementadas por Estados Unidos, que afectan gravemente a los migrantes venezolanos.
Bolivia condenó enfáticamente la criminalización de los migrantes basada en su nacionalidad, así como las detenciones arbitrarias, deportaciones sin garantías legales y confiscación de bienes sin proceso judicial. Estas acciones son vistas como una afrenta al estado de derecho y a los valores fundamentales de la humanidad, vulnerando principios esenciales consagrados en tratados internacionales de derechos humanos.
Solidaridad Inquebrantable de Bolivia con Venezuela
El gobierno boliviano reafirmó su inquebrantable solidaridad con el pueblo y el gobierno de Venezuela, comprometiéndose a defender los derechos fundamentales de los migrantes y a alzar la voz en todos los espacios internacionales para que la migración sea reconocida como un derecho humano universal.
Bolivia ha anunciado que llevará la denuncia a foros internacionales, insistiendo en que la migración no debe ser utilizada como pretexto para la persecución o exclusión de personas vulnerables. Esta posición se alinea con la defensa histórica de Bolivia de los derechos de los pueblos y su compromiso con la integración regional.
Respuesta de Venezuela
El presidente Nicolás Maduro agradeció profundamente a Bolivia por su apoyo y solidaridad, calificando las políticas migratorias represivas como «políticas esclavistas modernas» contra sus migrantes. Venezuela ha ratificado su voluntad de trabajar junto a Bolivia en la defensa de la justicia social y la paz regional.