Las luciérnagas están desapareciendo silenciosamente, amenazadas por la pérdida de hábitat, pesticidas y contaminación lumínica que altera su bioluminiscencia.
Según un estudio publicado en BioScience, estas amenazas han puesto a las luciérnagas en la lista de insectos en peligro.
La luz artificial interfiere con sus señales de apareamiento, dificultando su reproducción y provocando un drástico descenso poblacional.
Además, el uso excesivo de pesticidas destruye tanto a los adultos como a las larvas, alterando su delicado ciclo biológico.
Las luciérnagas cumplen funciones ecológicas importantes, como controlar plagas y servir como indicadores de salud ambiental en los ecosistemas.
Los científicos proponen proteger hábitats naturales, reducir el uso de químicos y limitar la iluminación nocturna para evitar su extinción.
La conservación de las luciérnagas es urgente: su brillo podría apagarse para siempre si no actuamos a tiempo.