Pese al acuerdo de cese al fuego de 30 días Ucrania atacó la estación de distribución de gas de Sudzha, situada en la provincia rusa de Kursk la cual sufrió daños considerables después de una explosión que ha generado acusaciones cruzadas entre Moscú y Kiev.
El Comité de Investigaciones de Rusia informó que militares ucranianos llevaron a cabo una detonación en la mencionada estación, causando «daños significativos» en la infraestructura. Como respuesta, se ha iniciado una causa penal por acto terrorista, con el objetivo de identificar a todos los implicados en el incidente.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló al régimen de Kiev como el «culpable evidente» de la explosión en Sudzha. Afirmó que, a pesar de la orden del presidente ruso, Vladímir Putin, de abstenerse de atacar infraestructuras energéticas ucranianas, las Fuerzas Armadas de Ucrania han violado el cese al fuego al atacar instalaciones energéticas en territorio ruso.
Este ataque se produce en un contexto de tensiones crecientes, donde ambas naciones se acusan mutuamente de violar acuerdos de alto el fuego y atacar infraestructuras críticas. La estación de Sudzha era un punto clave en el suministro de gas natural ruso hacia Europa antes de la interrupción del tránsito a través de Ucrania el 1 de enero, debido a la negativa de Kiev de prorrogar los acuerdos bilaterales con Moscú.
Mientras tanto, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha solicitado «más presión y sanciones más duras» contra Rusia tras los recientes ataques en Odesa y Zaporiyia, que han dejado varios heridos y daños materiales significativos.
Esta escalada, pone en riesgo la estabilidad energética de Europa y dificulta los esfuerzos por alcanzar una solución pacífica al conflicto.